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Gin Xoriguer, una ginebra muy especial



Por fin realizamos la cata de Gin Xoriger. Se trata de un producto menorquín, más concretamente mahonés, elaborado artesanalmente según los conocimientos adquiridos por los aborígenes del lugar durante la ocupación inglesa de la isla (interrumpida en varias ocasiones) desde el año 1708 hasta el 1802, y al que aplican los frutos de esa tierra mansa y generosa.

Se trata de una ginebra de 38 grados, cuyo alcohol se esconde bajo fragancias herbales mil. Al paladar nos trae recuerdos del tradicional licor de hierbas mallorquín, y esto en combinación con la circunstancia ya descrita de su escaso sabor alcohólico, tan característico de las ginebras a las que estamos acostumbrados, hace que puede consumirse sola con agrado. Además viene presentada en una botella que incorpora una asidero que la hace característica.



Al mezclarlo con agua tónica, en el cocktail que ha venido en llamarse “gin tonic”, resulta un trago novedoso al que cuesta en denominar como gin-tonic, por su exagerado sabor herbal, pero que se bebe con gusto a mi entender.



Pero el momento esperado era ver cómo respondía a su combinación con limonada, al estilo que los nativos de Menorca denominan “Pomada”. Para ello nos servimos de ese producto de supermercado denominado “Limón+nada”, a falta de ganas de ponernos a estrujar limones, debido por una parte a lo avanzado de la noche, y a que queríamos jugar unos partiditos de fútbol con la playstation por la otra. De esta mixtura resulta un trago ligero y muy refrescante, manteniendo los perfumes herbales.



Ya solo nos falta mezclarla un día con auténtica limonada a la inglesa, o quizá mejor aún, con granizado de limón.

Elogio de Gin Giró

El otro día pude tomarme de nuevo un gintonic. Hacía largo tiempo que no lo hacía, puede que desde antes del nacimiento de Gurriati (puede que tengan razón en eso de que el alcohol hace olvidar).



El caso es que no se trató de un gintonic de esos de diseño, como los que se toma el Pelao en sus fiestas en áticos. No fue ni un Hendricks ni un London Gin. Tampoco un Citadelle, ni siquiera una Bombay (hace tiempo que no la pruebo).



El pelotazo consistió en Gin Giró y tónica.

Y la experiencia fue altamente satisfactoria. En vaso grande, con la suficiente cantidad de hielo, un toque de limón y largo de ginebra.




Creo que el GIN GIRÓ (C/Narciso Monturiol 17, 08960, Sant Just Desvern-Barcelona) bate de largo a su contrincante español (el LARIOS malagueño). La etiqueta asegura que está fabricado con alcohol agrícola (nada de una ristra de aromatizantes botánicos exóticos, como naranjas de la China, cáscaras de limones etíopes y almendras del Congo Belga, directamente ALCOHOL AGRÍCOLA. Eso sí, nada del etanol que se meten los rusos borrachos). Es una ginebra muy apreciada en Barcelona para preparar los Dry Martini.



A partir de ahora creo que es obligado el que no falte una botella de litro y medio de esto en las casas más decentes. Eso, hasta que encontremos las últimas reservas de GUOLF en el sótano de una bodega de Cebreros (Ávila).