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Descubren once nuevas especies de moluscos marinos en Canarias



Descubren once nuevas especies de moluscos marinos en Canarias

Fotografía facilitada por un grupo hispano-cubano de investigadores




Un grupo hispano-cubano de investigadores ha descrito once especies nuevas de moluscos marinos en Canarias, entre las que destaca por su singularidad la "Notodiaphana atlantica", la primera y única especie de este género en aguas del Atlántico y de la que sólo se conoce otro congénere en el Indo-Pacífico.

La descripción de estas nuevas especies ha sido realizada dentro del inventario malacológico que ha emprendido el citado grupo de investigación, que dirigen desde hace tres décadas Jesús Ortea, profesor jubilado de la Universidad de Oviedo, y Juan José Bacallado, del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.
Además forman parte del grupo Leopoldo Moro, biólogo del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias, y José Espinosa, del Instituto de Oceanología de La Habana (Cuba). Leopoldo Moro explica que hasta la actualidad, la familia de moluscos marinos "Notodiaphanidae" tenía una sola especie distribuida por el sur del océano Índico, pero los muestreos regulares realizados por este grupo de investigadores en el mar Caribe y en las islas Canarias han aportado "en distintas fechas y lugares ejemplares vivos" de esta especie.

Este molusco marino tiene un característico punto rojo en el cuerpo, visible a través de la concha, y se recogieron varios ejemplares en octubre de 2012 entre algas a unos 2 metros de profundidad en aguas de Arrecife de Lanzarote.

«Chivatas» del ecosistema

Los investigadores subrayan también el interés del resto de especies descritas porque carecen de larvas planctónicas, lo que les confiere una capacidad de dispersión muy limitada. Esta característica de su biología reproductiva conduce a la aparición de endemismos locales, que pueden ser utilizados como especies indicadoras del estado de los ecosistemas marinos que han sufrido algún tipo de alteración.
Como ejemplo, Leopoldo Moro señala que la diminuta babosa marina "Runcina akaimui" sólo se conoce en la costa de La Restinga, una zona afectada por el volcán submarino de El Hierro que entró en erupción en 2011, y la evaluación del estado actual de su población puede aportar información relevante.
Esta diminuta babosa ha sido nombrada en homenaje a la asociación Volcanes de Canarias "por la encomiable labor divulgadora ejercida desde el principio de la crisis volcanológica de la isla de El Hierro", y que bautizaron "Akaymu" al volcán submarino que comenzó su actividad frente al litoral de La Restinga.
De igual manera, el descubrimiento de dos especies en la Marina de Arrecife, "Volvarina arrecifensis" y "Volvarina saramagoi", pone en evidencia la importancia de este enclave de la isla de Lanzarote para la biodiversidad marina.

En honor a Saramago

La última especie citada ha recibido su nombre en honor de José Saramago, el escritor y poeta portugués, Premio Nobel de Literatura, que eligió Lanzarote "como refugio y residencia en la recta final de su vida", recuerdan los investigadores.
Los ejemplares de estos moluscos del género Volvarina y otro del género Prunum fueron hallados en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria.
Cuatro ejemplares fueron recolectados vivos mediante buceo con escafandra autónoma, y otro se encontró al revisar los descartes de las nasas de pesca.
El biólogo canario comenta que con este descubrimiento ya son 63 las especies nuevas (10 caracoles y 53 babosas) que han sido descritas por el equipo en Canarias, por lo han proyectado para el próximo año realizar un catálogo ilustrado y una exposición itinerante por el archipiélago con fines divulgativos. 

Fuente: ABC 

Enlace interesante: Registro mundial de especies marinas
The World Register of Marine Species (WoRMS) 

Mapeo de los viajes de las especies marinas invasoras

 
El riesgo de invasión biológica causada por el transporte marítimo mundial en el mundo marino.   
El color más brillante y la línea gruesa indica un riesgo bio-invasión mayor
Imagen de Hanno Seebens, Bernd Blasius y Michael Gastner



La globalización, con su creciente demanda de transporte de carga, por vía maritima ha permitido una invasión silenciosa por todo el planeta. Una nueva investigación ha trazado el mapa más detallado hasta la fecha de las rutas más probables a través de las cuales se importan especies exóticas potencialmente dañinas con el agua de lastre de los buques de carga. 
Científicos de las universidades de Bristol, Reino Unido, y Oldenburg, Alemania, han examinado los d
atos de tráfico de buques y registros biológicos para evaluar el riesgo de futuras invasiones. Su investigación se publica en el último número de la revista Ecology Letters.

Animales y plantas puede ir  en los buques de carga, escondiéndose como polizones en los tanques de lastre o aferrarse al casco del buque. A su llegada a un nuevo puerto, las especies exóticas pueden hacer estragos en las aguas prístinas anteriormente. Estas especies denominadas invasoras pueden conducir a la extinción de especies nativas, modificar todo el ecosistema y ocasionar un impacto en la economía
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 Lampreas: unas especie invasora  peligrosa en algunas zonas
Photo: Tony Grover
NWCouncil/CC BY 2.0


Algunas regiones, como la Bahía de San Francisco y la Bahía de Chesapeake, incluso han informado de varias nuevas especies exóticas por año. Los efectos en cadena a los pescadores, los agricultores, el turismo y la industria generan miles de millones de dólares en daños cada año. Ecologistas e ingenieros del buque están tratando de evitar la próxima gran invasión. Pero sin saber cuándo y dónde puede ocurrir, sus posibilidades siguen siendo limitadas.


Como parte del proyecto de investigación, financiado por la Fundación Volkswagen, el equipo obtuvo los registros detallados de casi tres millones de viajes de buques en 2007 y 2008. Dependiendo de la ruta particular recorrida por cada buque, los investigadores calcularon la probabilidad de que una especie sobrevive el viaje y establece una población en los puertos siguientes del servicio. Aunque esta probabilidad es muy pequeña en un solo viaje, los números se suman rápidamente debido a que los volúmenes de tráfico de carga modernos son enormes. El  profesor Bernd Blasius de la Universidad de Oldenburg y uno de los investigadores involucrados en el estudio, dijo: "Nuestro modelo combina tanto la información, como las rutas de navegación, tamaños de buques, temperaturas y biogeografía yasí llegar a los pronósticos locales de probabilidades de invasión."
 
 

El resultado final revela los puntos calientes de invasiones biológicas. No sólo grandes puertos de Asia, como Singapur y Hong Kong, sino también los puertos de Estados Unidos como Nueva York y Long Beach son algunos de los sitios con más alta probabilidad de invasión. Estas zonas son rutas muy concurridas, pero el tráfico no es el único factor importante.El Mar del Norte, por ejemplo, no se encuentran entre las regiones amenazadas pesar del tráfico intenso. Las temperaturas aquí son más bajas, lo que hace más difícil a las especies exóticas para sobrevivir. Sin embargo, las llegadas desde el otro lado del Atlántico, constituyen una seria amenaza para el Mar del Norte. La mayoría de los invasores se prevé que se originan en la costa este de América del Norte. Hanno Seebens de la Universidad de Oldenburg, dijo: "También hemos comparado nuestros resultados del modelo con los datos de campo. Y, de hecho, la mayoría de las especies exóticas en realidad se originan a partir de ahí ".Pueden producirse consecuenciass tan graves como el riesgo de 
 futuras invasiones.

  Mejillón cebra.Uno de los casos más conocidos de especies invasoras es el de los mejillones cebra. Llegaron a la región de los Grandes Lagos, en Estados Unidos, en 1988, en un barco procedente del Mar Negro. Los invasores causaron problemas económicos graves al multiplicarse rápidamente y atascar tuberías. Llegaron incluso a cortar totalmente el suministro de agua a una ciudad.

El estudio también contiene un mensaje de esperanza. Si los ingenieros de buques pudieran subir a bordo para evitar al menos algunas posibles invasores entonces el riesgo total de la invasión podría ser mitigado sustancialmente.Al eliminar con éxito una especie del 25 por ciento de los tanques de lastre de los buque que  lleguen a cada puerto (por ejemplo, con filtros, químicos o radiación), la probabilidad global invasión disminuye en un 56 por ciento. La reducción es tan desproporcionadamente grande debido a que el efecto del tratamiento del agua de lastre se multiplica a puentes sucesivos. 

La bioinvasión es, como admiten los investigadores, un proceso complejo, y los registros de invasiones pasadas están lejos de completarse. Frente a estas incertidumbres, se simularon varios escenarios diferentes. Curiosamente, los principales resultados son comparables para diferentes modelos, la predicción de los mismos puntos de acceso y rutas globales de invasiones biológicas. El tráfico en las principales rutas de transporte marítimo desempeña el papel más importante para el cálculo. EL Dr Michael Gastner, Profesor de Ingeniería Matemática de la Universidad de Bristol, ha añadido: "Los movimientos de los buques en los últimos años están bien documentados, pero hay muchas incógnitas sobre el futuro rutas comerciales."Por ejemplo, el futuro de la economía mundial sigue siendo incierto, y los pasajes del Ártico puede nser navegable como consecuencia del calentamiento global. Simulaciones futuras también tendrían  que tener en cuenta soluciones para el tratamiento del agua de lastre y que  con el tiempo éstas  fueran adoptadas por las autoridades portuarias.
 



Artículo científico:The risk of marine bioinvasion caused by global shipping, Hanno Hanno Seebens, Michael T. Gastner, Bernd Blasius, Ecology Letters, publicado en línea el 24 de abril 2013.

Más sobre especies marinas invasoras National geographic: Especies marinas invasoras

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La circulación termohalina del Atlántico quedó prácticamente detenida en la última glaciación



Una investigación internacional en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un nuevo modelo numérico que reproduce el sistema climático global y permite deducir el caudal de la corriente oceánica conocida como circulación termohalina a partir de la temperatura de la superficie del mar y del aire. 
 

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Geoscience. Para poner a prueba el modelo, los investigadores lo han aplicado a la reconstrucción de eventos climáticos del pasado. Los resultados son coherentes con las cifras que se habían conseguido mediante los análisis de los sedimentos fósiles.  
Inmenso cinturón de agua
La circulación termohalina es un inmenso cinturón de agua que transporta calor desde el trópico hasta el norte y agua fría por el fondo desde el norte hasta el continente antártico y los océanos Pacífico e Índico. Según estimaciones actuales, tiene un caudal de entre 17 y 18 millones de metros cúbicos por segundo, lo que equivale aproximadamente a veinte veces el caudal de todos los ríos del mundo.  “Conocer las variaciones de la fuerza de esta corriente en el Atlántico es una de las claves para entender los cambios climáticos en el pasado, ya que su caudal no ha sido siempre el mismo” explica el investigador del CSIC Joan Grimalt, director del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua.
 Las variaciones en su caudal podrían haber sido la causa de cambios climáticos bruscos como los que se dieron en el último período glacial: enfriamientos y calentamientos rápidos en el transcurso de unos pocos centenares de años. Hasta ahora, las únicas medidas disponibles que permitían estimar la intensidad de la circulación termohalina se habían obtenido a partir de las relaciones protactinio/torio medidas en sedimentos marinos y datadas con carbono-14. “El estudio muestra que hace entre 18.000 y 14.600 años, durante el periodo conocido como Heinrich Stadial I, el caudal de la circulación termohalina disminuyó de 17 a 3 millones de metros cúbicos por segundo y quedó prácticamente detenido. Se sabe que entonces se dieron cambios climáticos muy acentuados en un periodo relativamente corto de tiempo”, añade el investigador. 
El nuevo modelo numérico permite conocer los cambios en el caudal de la corriente termohalina a partir de las temperaturas del agua y del aire de forma  rápida y sencilla. ¿Podría extrapolarse para prever los futuros cambios del calentamiento global? Grimalt se muestra cauto: “No, porque este modelo usa como variables unas temperaturas que están en equilibrio dinámico. Ahora hay un factor externo que distorsiona, la influencia humana, que está cambiando la composición de la atmosfera y está produciendo cambios muy rápidos en la temperatura”. El trabajo, liderado por la Universidad de Berna, se ha realizado en el marco del proyecto GRACCIE, financiado gracias al programa CONSOLIDER Ingenio 2010.

   Stefan P. Ritz, Thomas F. Stocker, Joan O. Grimalt, Laurie Menviel & Axel Timmermann. Estimated strength of the Atlantic overturning circulation during the last deglaciation.Nature Geoscience. DOI: 1038/ngeo1723 
 

 Se puede descargar la Nota de prensa CSIC pdf 136K
 

Árticulo revista NATURE :Estimated strength of the Atlantic overturning circulation during the last deglaciation
http://www.nature.com/ngeo/journal/vaop/ncurrent/full/ngeo1723.html