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Galletita del Saber #1: Los actuales desafíos de la parroquia (y su párroco) Parte II

--Hoy, ¿cuál debe ser el principal servicio que un párroco debe ofrecer a sus fieles?

--Fray Nikolaus Schöch: Los sacerdotes que están ya en el ejercicio de su ministerio, parece que hoy sufren una excesiva dispersión en las crecientes actividades pastorales y, frente a la problemática de la sociedad y de la cultura contemporánea, se sienten impulsados a replantearse su estilo de vida y las prioridades de los trabajos pastorales, a la vez que notan, cada vez más, la necesidad de una formación permanente.

A este respecto, ha de tenerse presente que la misma parroquia -y a veces también la diócesis-, aun teniendo autonomía propia, no puede ser una isla, especialmente en nuestro tiempo, en el que abundan los medios de trasporte y de comunicación. Las parroquias son órganos vivos del único Cuerpo de Cristo, la única Iglesia, en la que se acoge y se sirve tanto a los miembros de las comunidades locales, como a todos los que, por cualquier razón, afluyen a ella en un momento, que puede significar la actuación de la gracia de Dios en una conciencia y en una vida. Naturalmente, esto no debe transformarse en motivo de desorden o de irregularidades con respecto a las leyes canónicas, que también están al servicio de la pastoral.

También la función de guiar a la comunidad como pastor, función propia del párroco, deriva de su relación peculiar con Cristo, cabeza y pastor. Es una función que reviste carácter sacramental.

No es la comunidad quien la confía al sacerdote, sino que, por medio del obispo, le viene del Señor.

--¿Qué ejes de desarrollo deben existir en una parroquia para que se pueda organizar de manera adecuada y atienda a los fieles convenientemente?

--Fray Nikolaus Schöch: La parroquia con sus celebraciones litúrgicas y en sus servicios debería tener en cuenta la movilidad de la gente, la confluencia de muchas personas a algunos lugares y la nueva asimilación general de tendencias, costumbres, modas y horarios.

El párroco, al establecer en la parroquia los horarios de las misas y de las confesiones, debe considerar cuáles son los momentos más adecuados para la mayor parte de los fieles, permitiendo también a los que tienen especiales dificultades de horario puedan acercarse fácilmente a los sacramentos. Hay que tener en cuenta no tanto la comodidad del horario para los sacerdotes, sino las necesidades de la gente con los horarios laborales y escolares. No tiene mucho sentido ofrecer el sacramento de la penitencia solamente durante el horario laboral de la gente. De esta manera vendrán solamente ancianos.

Tomado de Zenit

(Continuará)