¿Una trampa de Bergoglio?

Tomado de Adelante la Fe:

Miguel Ángel Yañez

En los últimos días ha surgido el rumor, que hasta donde podemos saber  tiene un alto grado de verosimilitud, de que la Fraternidad San Pío X habría adquirido ya en Roma, o estaría a punto de hacerlo, la sede de la futura prelatura personal que se ve en la fotografía, para lo cual habría mediado el propio vaticano a través de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.
Se confirme finalmente o no esta adquisición, lo que parece indudable es que hay una gran expectación ante lo que parece un cercano acuerdo que supondría una noticia de gran alcance en todo el mundo eclesial.
Personalmente, tengo una gran esperanza e ilusión porque así se produzca. Tuve el honor y el privilegio de poder conocer en persona a Mons. Lefebvre en el año 1989 en Econe, y me dejó una imborrable impresión. Creo que con la concesión de la prelatura personal se haría un acto de justicia hacia su persona y su obra, como recientemente señaló también Mons. Schneider, el cual dijo estar convencido de que la obra que fundó Monseñor Lefebvre ha formado parte del Plan de la Providencia para salvaguardar la Fe.
Por supuesto no es dogma de fe ni necesario el tener que estar totalmente de acuerdo con todo lo que él hizo o dijo, y como en toda obra también humana habrá habido sus aciertos y desaciertos (más de lo primero que de lo segundo en mi opinión), pero creo que la gran mayoría de los que nos movemos en ambientes “tradicionales” coincidimos en tener un profundo respeto por su figura y pues un ansia de que sea rehabilitada de forma oficial con este reconocimiento de justicia y derecho.
Se suceden continuamente cada vez con más fulgor análisis a favor y en contra de este posible acuerdo, contemplando múltiples puntos de vistas: canónicos, de prudencia, estratégicos, pero con frecuencia se olvida el que para mí es el más importante, el argumento de la salvación de las almas, el de los fieles.
No tiene sentido alguno reabrir ahora debates caducos, pero sí hemos de conceder que los fieles, los simples fieles de a pie que nunca antes han tenido contacto con el tradicionalismo, serían los grandes beneficiados de esta operación. Ellos no tienen que ser especialistas en derecho canónico ni tener conocimiento como para determinar lo que es el estado de necesidad, si las suspensiones a divinis son válidas o no y toda esa cuestión canónica que acompaña a la FSSPX, en cuyo debate no pretendo entrar aquí y que pienso es absurdo siquiera replantear en este momento histórico.
Creo que no merece la pena argumentar que la FSSPX tendría una INMEDIATA entrada de muchísimos fieles y sacerdotes que les da un cierto resquemor su situación canónica “irregular”, y ello conllevaría como efecto inmediato el que MUCHAS más personas tendrán la posibilidad de acceder a los sacramentos tradicionales  y la sana doctrina, pudiendo así salvar más almas que si se siguiera reducido al grupo de fieles habituales. Pienso en cuántos pobres sacerdotes diocesanos hay que viven martirizados por sus obispos y que podrían integrarse en la prelatura.
Si lo vemos desde un punto de vista puramente humano es indiscutible que podría parecer un suicidio, pero si lo vemos desde un plano sobrenatural habría que tener ese valor que tiene el guerrero que se lanza al campo de batalla sin saber sin morirá o no, pero confiando en su comandante que los guiará a la victoria. La Fraternidad San Pedro, a la que se le vaticinaba sería destruida al poco, lleva ya 25 años en liza, y sin obispos, lo cual es un detalle a tener en cuenta.
Se está argumentando mucho que hay miedo a que este acuerdo silencie a la FSSPX, como de hecho ocurre de facto con otros grupos regularizados. Yo, a decir verdad, no tengo miedo de eso porque la repercusión sería poca. Hace 25 años, cuando no había internet, la FSSPX representaba casi la única organización que tenía poder estructural y económico para difundir ideas mediante libros, audios, conferencias. Hoy todo esto se ha relativizado por completo gracias a internet, y pienso que hace ya años que el verdadero peso crítico no lo lleva ni la FSSPX  ni absolutamente nadie similar o de la órbita, sino las páginas webs de laicos muchas de ellas con ayuda de sacerdotes a título individual.
Es momento de unidad, momento de ilusión y sobre todo momento de orar al Espíritu Santo para que nos ilumine a todos en este combate.
Francisco ha traído una gran desolación, pero –y he aquí los caminos insondables del Señor- está consiguiendo unir a muchas personas que están abriendo los ojos y que, olvidando viejas rencillas, empiezan a ver a quienes consideraban enemigos hasta hace poco, como hermanos de batalla.
Recemos por ello.


Agregado wanderiano: Muchos integrantes de la Fraternidad tienen el temor de que el ofrecimiento de una prelatura personal se trata de una trampa: dejar a la FSSPX a merced del Vaticano. Y ponen como ejemplo lo sucedido con los Franciscano de la Inmaculada y la Orden de Malta: intervención pontificia, y se acabó lo que se daba.
Pero hay una diferencia fundamental: la FSSPX, llegado el caso, puede resistir y tiene una enorme capacidad de resistencia. Los pobres franciscanos grises fueron capaces sólo de obedecer; los caballeros de la Orden de Malta declararon la guerra pero, al primer grito de Bergoglio, salieron corriendo. La Fraternidad nació, en cambio, en el resistencia. Recordemos la saña con la que fue perseguida por Pablo VI a través de quien fuera su Secretario de Estado, el cardenal Villot y, detrás de él, todo el episcopado francés. Juan Pablo II llegó al extremo más cruel de humillación e injusticia cuando excomulgó a Mons. Lefebvre y a los obispos por él consagrados. Y, a pesar de todo eso y muchísimos episodios más, resistieron, y se fortalecieron. Llegado el caso de que a algún Papa se le ocurriera iniciar una persecución, la FSSPX tiene espaldas suficientes para resistirla.
¿Por qué, entonces, hace esto Francisco, si no es para tenderles una trampa? Por una razón muy sencilla: la sinrazón de su voluntad omnímoda. Como ya hemos dicho hasta el hartazgo en estas páginas, Bergoglio es puro intelecto práctico vaciado de intelecto especulativo: no entiende ni le importan las razones. La única razón es su voluntad. Lo hace porque quiere.

El diario de Ana Frank (1947)





 El diario de Ana Frank es una de esas lecturas que me debia desde que era chico, la verdad es que una de mis mamonerias me impedia comprarlo y pagar por él entonces me propuse a leerlo solo si encontraba una edicion que costara menos de 10 pesos y así fue como llego a mi.

Debo confesarles que sentia cierto recelo sobre esta obra, a mi parecer una niña de 13 años no escribe así, tenia muchas dudas mientras leia sus narraciones, aun así como descripcion de sus años y lo que acontencia en el Anexo donde estaba encerrada con 8 personas más, es disfrutable y me emocione varias veces mientras sentia intima a Ana sirviendole de Kitty al leer sus pensamientos, descubrir sus cambios de adolescente y al final si me dejo un nudo en la garganta y muchos auchs!! Por fin pude tachar de la lista este libro.

Les dejo mi fragmento favorito:

yo deambulo por las habitaciones, bajando y subiendo las escaleras, y me da la sensación de ser un pájaro enjaulado al que le han arrancado las alas violentamente y que en la más absoluta penumbra choca contra los barrotes de su estrecha jaula al querer volar. Oigo una voz dentro de mí que me grita: «¡Sal fuera, al aire, a reír!». Ya ni le contesto; me tumbo en uno de los divanes y duermo para acortar el tiempo, el silencio, y también el miedo atroz, ya que es imposible matarlos.


...quien lo quiera en PDF aquí se los dejo, no más picale al nombre:


 


Yobailopogo! 
-no sé si seguirme con otra lectura de la alemania nazi 
¿que dicen?-

Acá mis pronosticos de este año para los premios Oscar



Hoy en la noche es la entrega de los premios Oscar, como siempre apuesten en mi contra, en azul es a quien a mi me gustaria que le den el premio y en rojo a quien yo creo que se la van a dar, ahora si estan muy peleadas las opciones, ahi me cuentan de las suyas:









Yobailopogo!
 -http://oscar.go.com/nominees-

Que así sea

Traduzco el artículo aparecido hoy en Il Foglio:





LOS LEFEBRISTAS VUELVEN A CASA
Mateo Matuzzi

ROMA. La fractura entre la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (los lefebristas) y la Santa Sede está por ser recompuesta. El acuerdo para la institución de la prelatura personal -garantía de amplia autonomía en la gestión y en la pastoral- está próximo. Confirma que el lento y complejo proceso negociado se ha ya solucionado de un modo positivo la intención por parte de Ecône de comprar el complejo de Santa María Inmaculada en el Esquilino, a poca distancia del Laterano. La iglesia neogótica contruida entre fines del ochocientos y principios del novecientos por los Hermanos de la Caridad se encuentra adosada a un edificio destinado en los últimos años a una escuela primaria y secundaria. Es aquí donde, según sabe Il Foglio, surgirá un Centro de estudios y, en un segundo momento, con toda probabilidad se instalará la sede de la casa generalicia de los lefebristas. 
Quien ha acelerado todo este proceso ha sido directamente el Papa, a través de Mons. Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. Del 17 al 20 de enero pasado, se habría alojado en Santa Marta Mons. Fellay (el superior de la FSSPX), mons. Alfonso de Galarreta y el asistente general don Alain Nély. Estas negociaciones han sido presenciadas también la superiora de las religiosas de la Fraternidad. Don Nély es la persona encargada de completar la compra del complejo. 
Que Francisco tenga un rol de primer plano en las tratativas no debe sorprender. Recordaba el mismo Fellay que la relación entre Bergoglio y la Fraternidad tiene raíces profundas. “Nos conocemos desde Argentina. Estábamos en contacto con él porque allí un concordato permite a los sacerdotes extranjeros obtener un permiso de residencia con la condición de que el obispo esté de acuerdo.Cuando tuvimos problemas con algún obispo local, que no quería nuestra presencia, nos reunimos con el cardenal Bergoglio para exponerle el tema. Su respuesta -agregó el Superior General de la FSSPX hace un año- fue clara: ‘Obviamente tú eres católico y no eres cismático. Yo te ayudo’. Y lo hizo. Se contactó con Roma y escribió una carta al gobierno sobre nuestra situación”.
Luego, siendo ya Papa, con ocasión del Jubileo extraordinario de la misericordia, concedió a los fieles que “por diversos motivos” frecuentan las iglesias en las que celebran los sacerdotes de la Fraternidad, el recibir válida y lícitamente la absolución sacramental de sus pecados, facultad que se extendió más allá del periodo jubilar, “confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes a fin de que se pueda recuperar la plena comunión en la iglesia católica”. 
Los problemas, sin embargo, permanecen, sobre todo al interior de la variada realidad lefebrista. La situación en pocas palabras es la que se planteó en 2012 cuando, Mons. Fellay, sorpresivamente, decidió rechazar la mano extendida de Benedicto XVI, no aceptando las condiciones teológicas puestas por Ratzinger para una conclusión positiva del negociado. Fue decisiva la fractura existente entre el ala alemana y el ala francesa de la Fraternidad. Si hubiese sido por la primera, la FSSPX habría vuelto a la comunión con Roma hace cinco años. Los alemanes consideraban que las cuestiones que se discutían podían resolverse y que, por tanto, no debía cerrarse la negociación. Pero la frustraron los franceses, mucho menos dispuestos al trato.
Fellay parece dispuesto a superar el impasse, aún a costa de dolorosas pérdidas entre sus fieles y sus sacerdotes. 

Terminado, el libro empieza.

 












Yobailopogo!
-ultimamente he estado leyendo un chingo-