Interpretaciones erróneas del Peronismo disidente.

En el PJ disidente se empezó a especular
Laura Serra
LA NACION


La noticia corrió, temprano, como reguero de pólvora en el justicialismo no kirchnerista. La primera reacción fue de conmoción generalizada pero, acto seguido, -y fiel a su estirpe peronista- sus principales dirigentes comenzaron a especular sobre cómo será el mapa político futuro tras la desaparición de Néstor Kirchner y de qué manera el PJ disidente podría cuajar en el nuevo escenario.

Todos los ojos del PJ no kirchnerista están puestos en los próximos pasos de la presidenta Cristina Kirchner.


"Tiene dos caminos por delante: puede insistir con profundizar este actual modelo de confrontación y del apriete que instaló Kirchner y se recuesta sobre Hugo Moyano y Guillermo Moreno (secretario de Comercio) o abre una instancia de gestión más moderada, con el aporte de los gobernadores y sin Moyano -razonaba un dirigente cercano a Francisco de Narváez-. Si toma este último camino, el peronismo disidente podría formar parte de la renovación del PJ que se viene."

Lo que suena casi como una certeza en el PJ disidente es que este espacio y el kirchnerismo, como fueron concebidos, tenderán a desaparecer. "Se acaba el Frente para la Victoria, pero también el PJ disidente tal como funciona hoy, porque el tipo de mensaje antikirchnerista que veníamos voceando ya no tiene cabida. Ha muerto nuestro principal rival", susurran cerca de Felipe Solá.

En algunos sectores del peronismo disidente confían en que un escenario posible que podría sobrevenir tras la muerte de Kirchner es una renovación del partido, con una mayor participación de los gobernadores e intendentes, y un desplazamiento de los kirchneristas más radicalizados. "Dirigentes como (Sergio) Massa, (Juan Manuel) Urtubey, (Pablo) Bruera y De Narváez podrían tener un mayor peso específico. Habrá que ver cómo se ubica (Daniel) Scioli", confían algunos voceros.

Todo era incertidumbre en las filas del peronismo disidente. A Eduardo Duhalde la noticia lo sorprendió en San Pablo, Brasil, adonde se encontraba invitado por el presidente Lula Da Silva para presenciar la segunda vuelta electoral en ese país. "Eduardo estaba muy consternado; su intención es asistir al velorio (hoy, en la Casa Rosada). Hay que ver cómo lo reciben", indican en su entorno.

El senador Carlos Reutemann recibió la noticia en Santa Fe, mientras esperaba al censista. "Quedó muy shockeado; está convencido de que ahora cambiará todo el escenario; su principal duda es quién apuntalará, ahora, a Cristina", dicen a su lado.