¡¡ALFAJORES PARA COMPARTIR SONRISAS!!



¿Sabes la importancia de una sonrisa? ¿Sabes que la sonrisa no nace en los labios sino en lo profundo de tu ser? Te contaré como yo lo descubrí.

Suelo venir caminando hasta el trabajo desde la estación de tren o incluso todo el camino desde mi casa. Son unos 45 minutos en los que puedes pensar en muchas cosas... en tu vida, en cómo resolver tus problemas, en los problemas mismos, en la gente con quienes tienes diferencias que tu mismo cualificas como "irreconciliables".

Para ese tiempo a inicios de año también solía escuchar un grupo que hace muy buena música pero que las letras son todo el tiempo de crítica y hasta burla de ciertas situaciones sociales. Entonces yo mezclé ambas cosas esa música y mis problemas. Ese estímulo durante 45 minutos dándole vueltas en la cabeza hacen una gran diferencia en cómo ves la vida y los problemas o situaciones del diario vivir porque te condicionan, te predisponen desde tempranito, te sugestionan y afectan el color del cristal conque miras la vida todas las mañanas.

Decidí cambiar eso y en lugar de tomar el bus con el ajetreo, venir caminando hasta mi trabajo. Cambié el rock por música instrumental o audiolibros. Y la diferencia es ENORME. Me cambió el usual desgano mañanero por ganas de aprender, sonreír, saludar a la gente...

Al inicio probablemente se te hará difícil notar el cambio en ti mism@. Quienes sí lo notarán facilmente son aquellos que interactúan contigo. Por ejemplo, en mi caso, uno de los empleados de un estacionamiento que está muy cerca de mi trabajo me dejó saber con voz tímida: " Usted qué mucho ha cambiado...". Yo sorprendida,no pude hacer más que preguntarle por qué decía eso. El me contestó excusándose por el "atrevimiento" y me dejó saber que por muchos meses me había visto pasar frente a ese local, cabizbaja y pensativa y nunca les había regalado una sonrisa. Y que desde hacía un par de semanas, (desde que los saludaba y les decía buenos días) el descubrió que yo era una buena persona. Yo le agradecí su gesto, le di mi ya acostumbrado buenos días y seguí caminando más contenta de lo que ya venía.

Entonces pensé que al inicio se me hacía bien difícil sonreír porque no encontraba algo que me motivara a hacerlo. Pero las razones para ser feliz no caen del cielo. Ser feliz es una decisión, y las razones las buscas y las encuentras en las pequeñas cosas que te suceden a diario.

Repasa tu vida... tu comportamiento automático de cada día. Hay cosas muy pequeñas que puedes cambiar y que pueden hacer grandes diferencias. Depende de ti.

ALFAJORES DE SONRISA....

Los alfajores de Maizena son los clásicos dulces argentinos especialmente de la ciudad de Santa Fe.

La maizena es harina fina de maíz, también conocida como fécula o almidón de maíz. Al típico alfajor de Maizena se le pasan los bordes con dulce de leche por coco rallado, pero también quedan muy ricos completamente bañados en chocolate.


Dicen que saben mejor luego de varios días en la nevera pues la leche se humedece y le da sabor a la masa. Excelentes para servir con café.

Ingredientes

  • 150 g / 5.3 onzas de mantequilla
  • 2 huevos
  • 100 g / 3.5 onzas de azúcar
  • 100 g / 3.5 onzas de maicena
  • 150 g / 5.3 onzas de harina de trigo
  • ½ cdta de bicarbonato / baking soda
  • 1 cdta de ralladura de limón o vainilla
  • dulce de leche
  • coco rallado

Preparación

  1. Colocamos en un recipiente la mantequilla sin sal, el azúcar y los huevos. Unir con un tenedor, agregar la vainilla o la ralladura, el bicarbonato, el almidón(maicena) y la harina.
  2. Formamos una masa suave, que no se pegue en los dedos.
  3. Envolvemos con un film y llevamos a la heladera por 2 horas. (Cuando más tiempo tenga de heladera, más rico sale).
  4. Sacamos de la heladera, estiramos la masa de 1 cm de espesor, cortamos en círculos con un cortapasta del diámetro que desees.
  5. Acomódalos sobre una placa enmantecada y enharinada, separados 4 cm uno de otro.
  6. Precalentar el horno 10 minutos a 325 - 3550 grados aprox. Dejarlos enfriar y unirlos de a dos untados con dulce de leche.
  7. Pasamos los bordes por coco rallado, y listos para comer.