Vergüenza ajena II


El año pasado por estas fechas publicábamos la primera versión del infame saludo navideño protagonizado por Mons. Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba, y un rabino. Y aquí tenemos la segunda versión. 
Creo que no hay nada que decir. Sólo sonrojarse, de vergüenza y de ira: esta es la Iglesia que engendró el Concilio Vaticano II y que, como los demonios que fornicaron con las hijas de los hombres (Gen. 6, 2), Bergoglio sigue engendrando .