Los obispos

All Souls College, Oxford.

En el primer Tracto escribí de los obispos que "siendo, como habían sido, un hecho luctuoso para el país, no podíamos desearles un final más gozoso de su carrera que la pérdida de todos sus bienes, y el martirio".

Cardenal John Henry Newman, Apologia pro vita sua, c. II.