LA "ENERGIA PERDIDA" DE LA TIERRA SE ACUMULA EN LOS OCÉANOS

 
 
 Foto: TFIOREZE/WIKIMEDIA COMMONS

Hace dos años, científicos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, publicaron un estudio que constataba las inconsistencias entre las observaciones por satélite de calor en la Tierra y las mediciones de calentamiento del océano, incrementando las evidencias de que había "energía perdida" en el sistema del planeta.
   ¿Dónde se va? O bien, se preguntaban, ¿existe algún error en el seguimiento de la energía, de forma que ésta era absorbida por el Sol y emitida de vuelta al espacio?  
   Un equipo internacional de científicos atmosféricos y oceanógrafos, dirigido por Norman Loeb del Centro Langley de la NASA en Hampton, Virginia, y Graeme Stephens, del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, comenzó a investigar el misterio.
   Se utilizaron 10 años de datos - que abarcan desde 2001 hasta 2010 - procedentes de las bases de datos del propio centro Langley y del instrumento CERES (Experimento del Sistema de Energía Radiante de la Tierra) para medir los cambios en el equilibrio de la radiación neta en la parte superior de la atmósfera terrestre. Los datos de CERES se combinaron con las estimaciones del contenido de calor de los océanos de la Tierra a partir de tres fuentes sensoras del océano independientes.
   Su análisis, que se resume en un estudio dirigido por la NASA publicado 22 de enero en la revista Nature Geoscience, encontró que las mediciones por satélite y oceánicas coinciden ampliamente, una vez que las incertidumbres observacionales son tenidas en cuenta.
   "Una de las cosas que queríamos hacer era un análisis más riguroso de las incertidumbres", dijo Loeb. "Cuando lo hicimos, llegamos a la conclusión de que la energía perdida en el sistema no estaba realmente sustentada con datos. Nuestros datos muestran que la Tierra ha estado acumulando calor en el océano a un ritmo de medio vatio por metro cuadrado, sin signos de un descenso", dijo Loeb. "Esta energía extra finalmente encontrará su camino de regreso a la atmósfera y aumentará las temperaturas en la Tierra."
   Los científicos generalmente están de acuerdo en que el 90 por ciento del exceso de calor asociado con incrementos en las concentraciones de gases de efecto invernadero se almacena en los océanos de la Tierra. Si se libera a la atmósfera, una acumulación de  medio vatio de calor por metro cuadrado podría aumentar la temperatura global en más de 0,3 grados centígrados.
   Loeb dijo que los resultados demuestran la importancia de la utilización de múltiples sistemas de medición a través del tiempo, y demuestran la necesidad de mejora continua en la forma en que se miden los flujos de energía de la Tierra.
   El equipo científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica mide inconsistencias entre 2004 y 2009 entre las observaciones por satélite de balance de calor de la Tierra y la medición de la velocidad de calentamiento del océano superior. Dijeron que las inconsistencias una prueba de que había "energía perdida".

Fuente: Europa Press

LOS ZIFIOS BAJAN HASTA LOS MIL METROS DE PROFUNDIDAD PARA ALIMENTARSE


Imagen: Teo Lucas, proyecto de la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme


Los zifios bajan hasta los mil metros de profundidad para alimentarse, según se ha puesto de manifiesto en un estudio que investigadores de la Universidad de La Laguna, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y del Instituto Oceanográfico Woods Hole (Estados Unidos) han hecho sobre estos depredadores.


Patricia Arranz, del departamento de Biología Animal de la Universidad de La Laguna ha dicho hoy a Efe que desde 2006 se sabía que los zifios se alimentaban por medio de un ecolocalizador, pero hasta ahora se desconocía que bajan hasta mil metros de profundidad para atrapar a sus presas.


El estudio de los zifios entraña la dificultad de que se mueve a mucha profundidad, por lo que para este estudio, que publica la revista Plos One, los investigadores han equipado a nueve de estos animales con marcas de grabación de sonido de alta resolución DTag.


La investigación se ha llevado a cabo en aguas próximas a la isla canaria de El Hierro con zifios de Blainville, y por medio de los aparatos de alta resolución se ha rastreado el comportamiento de los animales y sus respuestas a estímulos ambientales desde una perspectiva "increíble", se indica en un comunicado de la Universidad de La Laguna.


Los zifios pueden estar bajo el agua durante 65 minutos y con esta investigación se ha visto que crean mapas acústicos para navegar, y utilizan el fondo marino para orientarse y localizar zonas de concentración de alimento en aguas profundas.


Durante los buceos, los zifios emiten chasquidos ultrasónicos para buscar presas y una combinación de zumbidos y series más rápidas de chasquidos para capturarlas.


Para 535 de 974 de los zumbidos analizados en este estudio (55 %), ha sido posible obtener información relativa al entorno del animal mientras se alimentaba.


Así, los zifios realizan una estrategia en la que combinan la captura de presas meso y bentopelágicas, es decir, de diversas profundidades, incluso en una misma inmersión, que se ve favorecida en zonas de escarpada pendiente submarina, como El Hierro, donde ambos recursos se solapan.


Los sonidos emitidos por estos mamíferos han permitido describir por primera vez el comportamiento de un depredador de buceo profundo en el contexto del entorno que lo rodea, a más de mil metros bajo la superficie, se indica en el comunicado.


El zifio de Blainville (Mesoplodon densirostris) es una de las especies de mamíferos marinos menos conocidas y forma parte de los llamados cetáceos odontocetos.


Según los investigadores, El Hierro es un lugar único para estudiar estos zifios, por la abrupta pendiente de sus fondos submarinos y por la presencia de poblaciones residentes durante el año.


El Hierro representa además una de las zonas más importantes de cría y alimentación para los zifios en Canarias y la reciente erupción volcánica submarina afecta a su hábitat, por lo que investigadores de la Universidad de La Laguna realizan un seguimiento para determinar el impacto. EFE


Articulo de la revista PLOS ONE: 

Following a Foraging Fish-Finder: Diel Habitat Use of Blainville's Beaked Whales Revealed by Echolocation

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0028353

PIELAGO from Rafa Herrero Massieu on Vimeo.