¡No se rompen!

Digan lo que quieran; pero yo y muchos más siempre soñamos con un rejunte de puños como este. No se podía esperar otra cosa más que toneladas de balas, litros de sangre y por supuesto: aplausos para cada escena!
Es lo que siempre hicieron, lo que siempre vimos una y diez veces. Pero verlos a todos juntos...XD!
Los mercenarios son exactamente eso: Indestructibles, como le pusieron a la peli por estos lares.
¡Qué panzada de adrenalina, tiros, explosiones, trompadas!
Y encima todos en el mismo bando. Salvo por Arnold Terminator que no se animó a los puñetazos esta vez. Claro, está preocupado por ser Presidente (sólo en alguna peli, quizás).
Y Mickey Rourke, que el único arma que empuñó en el filme fué una pistola de tatuador. No lo culpen, estuvo genial igual. Lo que pasó es que por la panza no pudo agacharse para atarse las botas de combate.
La película no tiene ni un minuto de desperdicio. Los diálogos son impecables, graciosos, justos. Y eso que el guión es del mismísimo Sly-Rocky-Rambo-Cobra-Stallone!! Ni hablar de la acción. Desnfreno total. Es la película que hubiese hecho mi amigo Sergio con esos monstruos.
Y Jet Li realmente se merecía el aumento que pedía.
Ojo: no tomen esto como una crítica de cine, eh!! Simplemente como la excitación de un niño que vió la película soñada.
Lo único que hubiese deseado era ver a Arnold disparándole a algún pirata somalí entre los ojos luego de decir: ¡Hasta la vista, baby!


La distancia mas corta entre dos puntos, es la linea recta

Y no es un dicho, sino una realidad, hoy, aqui a 22 de Septiembre y tras un par de semanas de papeleo uno se da cuenta que realmente para realizar una gestión, nada mas facil como hacerla por la via sencilla, me fio de las nuevas tecnologias y de las personas y salgo decepcionado, otoños ñoños vaticina Chuso mas abajo, realmente nos espera una estación nebulosa donde uno no sabe donde agarrarse, es lo que tiene el paro que te abre un abismo en el cual uno no sabe si saltar dentro simplemente dejarse llevar.

Vi ayer un monologo en el cual un humorista describia que la unica via entre su pueblo y el de al lado era una carretera recta y que a pesar de ello habia algun listo que conocia un atajo, pues eso..., mejor no hacerse caso de los listos ni enterados y hacer las cosas por uno mismo....

El otoño-ñoño que se avecina


Ya estamos metidos en el fregao de septiembre. Lo llevo bien. A caballo entre la sierra madrileña y el caos de la capital. Levantarse a las 5,30 h. y atravesar con el coche girones de niebla, avanzando entre el frío nocturno. Encontrarse con el Pelao que vuelve de farra (¿no había un tango que decía algo así como "yo al laburo y tu vuelves de farra?) Liquidar algunos asuntos municipales y volver a la sierra con tiempo para regar el jardín, lavar el coche y ver llover... Con ocasionales días festivos en los que le entran a uno ganas de preparar un cocidito y ponerse a esperar que las primeras nieves tiñan de blanco las cimas de las montañas.


Se pasó el cumpleaños de Miguelín (no el bebé ciclópeo de la expo de Shangai, sino el del padre del futuro central del Athletic y de la Selección), y el de Orocomay ya se nos viene el de Pitxi. No podré acudir por encontrarme en estas bucólicas circunstancias, pero espero poder compartir un Mundialito con él y con el ProEvolutionSoccer un día de estos. De momento me entretendré con la Vuelta Ciclista a España que pasará por aquí en el día de hoy.

García Montero y ETA

Por Luis García Montero. Lunes, 6 de Septiembre de 2010.
Comunicado

- He oído en la tienda que ETA ha hecho público que deja las armas.

- Bueno, no deja las armas, dice que suspende sus atentados.

Mi hija Elisa bajó a comprar el pan y al regresar a casa me cuenta la conversación que ha escuchado entre dos vecinas. Decían en la tienda que, en realidad, ETA tiene el problema de su propia debilidad y quiere disfrazar de tregua su asfixia. Se quedó sin fuerzas y sin apoyos. Hay mucho de verdad en eso. Pero no quiero seguir por ahí la conversación, porque matar, si dejamos las cuestiones éticas a un lado, resulta por desgracia muy fácil, y el asesino siempre encuentra un hueco para su canallada. No hace falta ser o estar muy fuerte para provocar una muerte. No me fío. Como me ve silencioso, Elisa pregunta si no me ilusiona una noticia así.

- Más que ilusionarme, estoy cansado y necesito que ETA deje de matar de una maldita vez. ¿Sabes por qué? Porque creo que en la andadura siniestra de ETA se mezcla lo más sucio de la historia de España desde que yo tengo uso de razón. He crecido con ese tumor.

- Bueno, un asesinato es siempre horroroso.

- Sí, pero me refiero a más cosas. ETA nació en la dictadura, cuando no era posible hacer política en libertad. ETA es sucia porque forma parte de la herencia del franquismo. Fue sucia la tortura, la represión y la violencia que se identificó con el Estado. Eso alentó determinado tipo de luchas. Después llegó la democracia, y mucha gente, acostumbrada a considerar a ETA una fuerza antifranquista, tardó tiempo en comprender el horror que significaba. Y esa falta de comprensión fue sucia, porque las víctimas estuvieron muy solas. Y por si era ya poca suciedad, luego los partidos políticos democráticos utilizaron el problema de ETA con fines electoralistas, y se manipularon a las víctimas, y se jugó con el espectáculo del dolor. Más que acabar con ETA, se pretendía ganar votos con sus atentados. La manipulación hizo indignante la actuación de algunas víctimas. Todavía hoy hemos tenido que soportar unas declaraciones de Mayor Oreja fuera de cualquier prudencia política, queriendo interpretar el comunicado de ETA para denunciar al Gobierno que está combatiendo contra ella. Parece que le molestan los éxitos de la lucha antiterrorista.

- Pues sí que hay suciedad.

- Y mucha más. Porque también ha supuesto un espectáculo de clasismo. Muchas de las víctimas de ETA eran jóvenes pobres andaluces, que ingresaban en la Policía Nacional o en la Guardia Civil para encontrar un trabajo que les permitiese sobrevivir. Y era repugnante que un muchacho, con frecuencia hijo de la alta burguesía, tirotease en nombre de la libertad a gente humilde, que mantenía con dificultad a una familia. Y a mí me resulta también muy sucio que los fundamentalismos, sean de la procedencia que sean, estén acabando con la discusión política. El nacionalismo es en buena medida una liquidación de la política.

- Sí que hay suciedad en ETA.

- De todo tipo. Así que no se trata de ilusión, sino de cansancio. Ya está bien. Cansa hablar de su debilidad o su fortaleza, de sus treguas y sus suspensiones, del sentido de sus comunicados. Necesito que dejen de una maldita vez las armas, porque representan lo más sucio de nuestra historia reciente. Soy partidario de cualquier actuación política y legal que sirva para que ETA abandone definitivamente las armas.

La civilización industrial y el hombre

La civilización industrial y el hombre
Curso gratis creado por Netzahualcóyotl Gallaga G . Extraido de: http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh1/teorelhum.htm
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El estudio de la opresión del hombre a manos del avasallador desarrollo de la civilización industrial fue la prioridad de la teoría de las relaciones humanas. Elton Mayo, fundador del movimiento, dedicó sus tres libros a examinar los problemas humanos, sociales y políticos derivados de una civilización basada casi exclusivamente en la industrialización y la tecnología.



Mayo destaca que, mientras la eficiencia material aumentó poderosamente en los últimos 200 años, la capacidad humana para el trabajo colectivo no mantuvo el mismo ritmo de desarrollo. Al recordar a los sociólogos Le Play y Durkheim, cuyas observaciones en las comunidades más sencillas demostraron que el progreso industrial estuvo acompañado de un profundo desgaste del sentimiento espontáneo de cooperación, Mayo afirma que la solución a este problema no puede encontrarse en el retorno a las formas tradicionales de organización, sino que debe buscarse en una nueva concepción de las relaciones humanas en el trabajo. Es evidente que el tema de la colaboración en la sociedad industrial no puede dejarse al azar, mientras se vela sólo por los aspectos materiales y tecnológicos del progreso humano.



Los métodos de trabajo tienden a la eficiencia, ninguno a la cooperación. La cooperación humana no es el resultado de las determinaciones legales ni de la lógica organizacional, sino que tiene causas más profundas, como reveló el experimento de Hawthorne, en el cual se basa Mayo para defender los siguientes puntos de vista:






· El trabajo es una actividad típicamente grupal. La primera conclusión derivada de la investigación plantea que el nivel de producción está más influenciado por las normas de grupo que por los incentivos salariales y materiales de producción. Según Mayo, la actitud del empleado frente a su trabajo y la naturaleza del grupo en el cual participa son factores decisivos en la productividad.






· El obrero no actúa como individuo aislado sino como miembro de un grupo social. Los cambios tecnológicos tienden a romper constantemente los lazos informales de camaradería y amistad dentro del trabajo y a privar al obrero del espíritu social porque debe responder por su producción.






· La tarea básica de la administración es formar una élite capaz de comprender y de comunicar, compuestas por jefes democráticos, persuasivos y apreciados por todo el personal. En lugar de intentar que los empleados comprendan la lógica de la administración de la empresa, la nueva elite de administradores debe comprender las limitaciones de esa lógica, y ser capaz de entender la de los trabajadores.







Mayo afirma que "de hecho, ya dejamos atrás el estado de la organización humana en que la comunicación efectiva y la colaboración estaban aseguradas por las rutinas establecidas para relacionarse. La sociedad civilizada modificó por completo sus postulados”. Pasamos de una sociedad inmutable a una sociedad adaptable; sin embargo, olvidamos la habilidad social. "Aunque vivimos en la época de mayor tecnología de la historia, mostramos una total incompetencia social”. Se hace necesaria la educación de una élite social capaz de recuperar el sentido de cooperación.






· La persona humana es motivada esencialmente por la necesidad de “estar en compañía”, de “ser reconocida”, de acceder a una comunicación adecuada. Mayo está ven desacuerdo con la afirmación de Taylor según la cual la motivación básica del trabajador es sólo salarial (homo economicus), puesto que éste se preocupa por producir el máximo posible -si sus condiciones físicas se lo permiten- para obtener una remuneración más elevada. Según Mayo, la organización eficiente no garantiza por sí sola mayor producción porque es incapaz de elevar la productividad, si no se identifican, localizan y satisfacen debidamente las necesidades psicológicas del trabajador. Lodi intenta explicar las diferencias en las posiciones de Taylor y de Mayo apoyándose en el hecho de que el primero escaló posiciones en la empresa mediante un trabajo arduo y dedicado -por tanto, creía que todos los empleados estaban motivados por los mismos intereses-, mientras que el segundo era un sociólogo que vivía casi exclusivamente en el medio universitario, disgustado por las condiciones de los obreros de su tiempo y por la poca posibilidad de satisfacción de sus necesidades psicológicas y sociales.






· La civilización industrial origina la desintegración de los grupos primarios de la sociedad, como la familia, los grupos informales y la religión. La fábrica, en cambio, surge como una nueva unidad social que proporciona un nuevo hogar, un sitio para la comprensión y la seguridad emocional de los individuos. Dentro de esta visión romántica, el obrero encontrará en la fábrica una administración comprensiva y paternal, capaz de satisfacer a plenitud sus necesidades psicológicas y sociales.







Mayo pone en duda la validez de los métodos democráticos para solucionar los problemas de la sociedad industrial, puesto que ésta induce a la cooperación forzada mediante la intervención estatal. "Los métodos de la democracia, lejos de proporcionar los medios para la solución del problema de la sociedad industrial, demostraron ser completamente inadecuados para esa tarea". Aún más, Mayo afirma que "la cooperación no puede ser producto de la reglamentación estatal, sino el resultado del crecimiento espontáneo”.



Puesto que todos los métodos tienden a la eficiencia y no a la cooperación humana, y mucho menos a los objetivos humanos, surge el conflicto social en la sociedad industrial: la incompatibilidad entre los objetivos organizacionales y los objetivos personales de los trabajadores. Ambos objetivos no son muy compatibles, en especial porque la preocupación exclusiva por lograr la eficiencia agobia al trabajador. Según Mayo, el conflicto social debe evitarse a toda costa mediante una administración humanizada que implante un tratamiento preventivo y profiláctico. Las relaciones humanas y la cooperación son la Clave para evitar el conflicto social.



Mayo no vislumbra posibilidad de alcanzar una solución positiva y constructiva para el conflicto social. Según él, este conflicto social, la cooperación representa el bienestar social.

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8 - Funciones basicas de la organización industrial
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El experimento de Hawthorne permitió el surgimiento de nueva literatura y nuevos conceptos acerca de administración. Roethlisberger y Dickson, dos de los más renombrados divulgadores de los resultados de la investigación, aclaran algunos conceptos representativos de la teoría de las relaciones humanas, y conciben la fábrica como un sistema social. Según ellos, la organización industrial tiene dos funciones principales: producir bienes o servicios (función económica que busca el equilibrio externo) y brindar satisfacciones a sus miembros (función social que persigue el equilibrio interno). La organización industrial debe buscar esas dos formas De equilibrio de modo simultáneo. Estos dos autores destacan que la organización de esa época, que sólo se preocupaba por lograr equilibrio económico y externo, está calcada por completo de la teoría clásica, y carece de madurez suficiente para conseguir la cooperación del personal, condición fundamental para alcanzar equilibrio interno.



La organización industrial está conformada por una organización técnica (instalaciones, máquinas, equipos, productos o servicios, materias primas, etc.) y una organización humana (organización social). La organización humana de la fábrica tiene como base los individuos, cada uno de los cuales evalúa el ambiente en que vive, las circunstancias que lo rodean, de acuerdo con vivencias anteriores, fruto de sus interacciones humanas durante la vida. No obstante, la organización humana de una fábrica es más que la simple suma de los individuos, debido a que la interacción diaria y constante de esos individuos en el trabajo origina un elemento común: la organización social de la fábrica.



Dentro de la fábrica, todo acontecimiento se vuelve objeto de un sistema de sentimientos, ideas, creencias y expectativas que convierte los hechos en símbolos que distinguen el comportamiento "bueno" o "malo" y el nivel social "superior" o "inferior". Cada hecho, actitud o decisión es objeto de un sistema de sentimientos de aprobación, rechazo, neutralidad o resistencia. Hechos, actitudes y decisiones comportan siempre valores sociales ("buenos" o "malos") y pasan a tener un significado social. Algunas de esas ideas y creencias representan más de lo esperado en una situación determinada: pueden conducir a la cooperación o a la confusión, dependiendo de cómo se interpreten y apliquen.



La organización técnica y la organización humana, las organizaciones formal e informal, son subsistemas entrelazados e interdependientes: si se modifica uno de ellos, se producen modificaciones en los demás. Además, se considera que esos subsistemas se mantienen en equilibrio, razón por la cual una modificación en alguna de sus partes provoca una reacción en las demás para restablecer la condición de equilibrio existente antes de presentarse la modificación. Lodi señala la influencia de la noción de equilibrio social de Pareto en esta concepción.















Figura 1. Funciones básicas de la organización, según Roethlisberger y Dickson






La colaboración humana está determinada por la organización informal más que por la organización formal. La colaboración es un fenómeno estrictamente social, no lógico, tomado por completo de códigos sociales, convencionalismos, tradiciones, expectativas y modos rutinarios de reaccionar ante las situaciones. No es cuestión de lógica, sino de psicología.



Así, para la mayoría de los obreros los estímulos psicológicos y sociales son importantes que las condiciones materiales o económicas. La concepción de homo económicus no explica adecuadamente el comportamiento humano, y se equivoca al establecer una relación lógica y primaria entre causa (condiciones físicas) y efecto (cooperación). La fatiga no es sólo orgánica y fisiológica, sino también subjetiva y psicológica.







Desde el punto de vista, la teoría de las relaciones humanas aportó nuevas dimensiones y nuevas variables a la TGA.











TEORIA CLASICA TEORIA DE LAS RELACIONES HUMANAS





·Estudia la organización como una máquina. ·Estudia la organización como grupos de personas.





·Hace énfasis en las tareas o en la tecnología ·Hace énfasis en las personas.





·Se inspira en sistemas de ingeniería. ·Se inspira en sistemas de psicología.





·Autoridad centralizada. ·Delegación plena de la autoridad.





·Líneas claras de la autoridad. ·Autonomía del trabajador.





·Especialización y competencia técnica. ·Confianza y apertura.





·Acentuada división del trabajo. ·Enfasis en las relaciones humanas entre los empleados.





·Confianza en reglas y reglamentos. ·Confianza en las personas.





·Clara separación entre línea y staff. ·Dinámica grupal e interpersonal.





· CHIAVENATO, ldalberto: Introducción a la Teoría General de la Administración. Quinta Edición, Bogotá: Editorial McGraw-Hill Latinoamericana, S.A., 2003.