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El nuevo gobierno de Túnez es aplaudido: "La revolución está a salvo"
ANÁLISIS
Fuente: Clare Byrne (dpa) | 29/01/2011
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París/Túnez, (dpa) - Desde el primer día del gobierno de unidad nacional tunecino que reemplazó al depuesto Zine el Abidine Ben Ali, sus miembros se vieron acosados por las protestas que pedían la dimisión de toda persona que hubiese estado vinculada al dictador, ante el temor de que podrían poner en peligro la revolución.

Así, bajo la lupa de los manifestantes estaban los ministros de Exteriores, de Defensa, de Interior y de Economía, que habían servido a las órdenes de Ben Ali.

El hecho de que estas personas hubiesen sido incluidas en el gobierno de transición levantó la sospecha de que el viejo régimen estaba todavía llevando las riendas en Túnez y de que pretendía dar continuidad al anterior sistema en lugar de impulsar cambios.

Pero el jueves, tras cuatro días de masivas concentraciones frente a las oficinas del gobierno, el primer ministro interino, Mohammed Ghannouchi, nombró un nuevo gabinete sacando de él a la mayoría de las figuras problemáticas.

Aparte del propio Ghannouchi, solo quedan de la vieja guardia del dictador los ministros de Planificación y de Industria, cuyo partido gobernó el país durante casi medio siglo, hasta que el 14 de enero Ben Ali huyó.

Los otros 12 ministros nuevos son tecnócratas sin relaciones conocidas con la política. Por eso, tan pronto como se supo de la formación del gabinete, se oyeron gritos de júbilo en la calle.

"La revolución está a salvo, nuestra voz ha sido escuchada", decía un manifestante al periódico "Le Figaro" en la ciudad de Kasserine, en el corazón agrario del país, donde se gestó la revolución.

"Debería (el nuevo gobierno) atender todas las demandas hechas, tenemos un gobierno tecnócrata, dejémosle trabajar ahora", comentó a dpa Arbi Chouika, profesor del instituto de Prensa y Ciencias de la Información de Túnez.

Karim Emile Bitar, especialista en temas del Magreb del instituto de Relaciones Internacionales Estratégicas de París, comentó el recibimiento del nuevo gobierno: "Grosso modo, el nuevo gabinete ha sido bien recibido, hay varios individuos con cualidades (en el nuevo gobierno)".

Pero Bitar añadió que el camino no será fácil: "El mayor reto ahora es que el gobierno convenza a la juventud de que las elecciones serán libres y limpias".

El viernes, alrdedor de 1.000 personas continuaron pidiendo la marcha de Ghannouchi, a pesar de la promesa del político de dejar el cargo en las próximas elecciones.

La oposición también ha dado muestras de división con respecto al nuevo gabinete. Por ejemplo, el sindicato mayoritario, la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que rehusó tomar los tres asientos que se le concedían en el primer gabinete y que llamó a una huelga general dio su visto bueno a la administración, al tiempo que rechazaba obtener una representación.

Por otra parte, también se están llevado a cabo negociaciones secretas para formar un consejo que "supervise" el trabajo del nuevo ejecutivo y se asegure de que cumple sus promesas.

"Según mi punto de vista, la transformación es irreversible. Nadie se atreverá a volver a las antiguas prácticas (represivas)", dijo a dpa el director general del Ministerio de Exteriores, Radhouane Nouicer, durante una reunión de la Unión Africana en Etiopía.

La tarea principal del nuevo gobierno es organizar unas elecciones libres y limpias dentro de los próximos seis meses, las primeras desde la independencia de Francia en 1956.

Una comisión anticorrupción, que había sido anunciada por Ben Ali como una de las medidas que adoptó en los últimos días de mandato para quedarse en el poder, todavía tiene que comenzar con su trabajo.

Pero no es lo único debe reiniciarse: también el turismo, definido por un ex ministro como "el pulmón económico" del país.

"(El gobierno) paso dado en respuesta a las demandas populares", dijo Nouicer, añadiendo: "Ahora, los comités podrán investigar los abusos de poder, la corrupción, etcétera y el auténtico debate político podrá empezar".