Uno de estos casos se vivió en el Deportivo-Valencia, final de la liga 93-94. El Barcelona primó al Valencia para que hiciera el partido de su vida frente a los coruñeses, cuando no se jugaban nada. Los Valencianos se dejaron comprar por 3 millones por barba. El Deportivo necesitaba la victoria, tras haberse dejado un empate frente al Rayo en su anterior partido en casa.
Lo malo es que de primar por ganar se puede pasar facilmente a primar por perder. Es el caso del Hércules de Alicante, equipo que se ganó el ascenso soltando pasta por los campos de segunda división el año pasado. El Salamanca no se dejó comprar para perder su partido ante el Hércules, pero el Córdoba sí. Se destapó el asunto con las escuchas del caso Brugal, pero como en España nunca pasa nada, el Hércules ha podido disfrutar de un año en primera mientras el Betis ha tenido que pasar otro año en segunda.
Y ahora un caso añejo de intento de primas por dejarse perder, del año 1978, con el Betis intentando comprar al Rayo Vallecano en el descanso de su partido en el Benito Villamarín, con los verdiblancos acuciados por el descenso.
Es lo que ocurre siempre. La prima a terceros por ganar sus partidos se la pueden permitir los equipos poderosos. Y además se comienza por primar a un equipo por ganar, porque "no resulta amoral" y se termina por primar a los rivales por perder. Al final el desembolso es el mismo, y el resultado más seguro.
Por eso el único partido del que vamos a poder disfrutar sin interferencias es el Real Sociedad-Getafe. El que pierda desciende. A partir de las 22,00 h. del sábado.
