Paradojas del infinito (I)

Decimos que una propiedad define a un número si esa propiedad es satisfecha solamente por ese número y por ningún otro objeto matemático (observemos, dicho sea de paso, que acabo de definir el concepto de definición).

Para evitar ambigüedades, admitiremos solamente definiciones que usen las letras del alfabeto castellano, más los dígitos del 0 al 9 y los símbolos de puntuación usuales. Debe entenderse, por otra parte, que estamos hablando de números reales y no sólo de enteros o racionales.

Algunos ejemplos:

"Es el cociente entre la longitud de una circunferencia y su diámetro" define al númeroi Pi
"Es el número ocho quintos" define al número 8/5.
"Es el resultado de sumar 2 más 3" define al número 5.

Diremos que un número es definible si existe alguna propiedad que lo define. Los ejemplos que acabamos de ver nos dicen que Pi y 8/5 son números definibles. En realidad todos los números racionales son definibles, aunque también son definibles algunos irracionales, como el ya mencionado Pi. También son definibles, por ejemplo, el número e, la raíz cuadrada de dos y el número de oro.

Incluyamos en este concepto a todas las definiciones concebibles, pasadas, presentes o futuras. Es decir, definible será cualquier número que alguna vez haya sido definido (mediante una definición traducible al alfabeto castellano) o que pudiera llegar a ser definido en algún momento del futuro (no importa si esa definición alguna vez es escrita realmente, basta con que sea expresable en potencia).

Llamaremos inefables a los números no definibles. Es decir, son inefables aquellos números que nunca han sido definidos y que nunca, ni siquiera en teoría, podrían llegar a ser definidos en cualquier época o lugar. La pregunta es ¿existen números inefables? La respuesta es que sí existen, veamos por qué.

Hace ya más de cien años Georg Cantor demostró que el conjunto de los números reales es no numerable. Es decir, es imposible establecer una correspondencia uno-a-uno entre ese conjunto y el conjunto de los números naturales (que es el formado por los números 0, 1, 2, 3,...). Al conjunto de los números reales corresponde un orden de infinitud superior al del conjunto de los números naturales.

Ahora bien, puede probarse sin dificultad que el conjunto de todas las definiciones posibles es numerable. El orden de infinitud de este conjunto es el mismo que el del conjunto de los números naturales.

Por lo tanto, en un sentido bien definido, hay más números reales que definiciones posibles y en consecuencia es imposible que a todo número real le corresponda una definición (pasada, presente o futura). Hemos probado así que existen números inefables (de hecho, que existen infinitos números inefables).

¿Por ejemplo...? No hay ejemplos. Por su propia naturaleza, es imposible señalar un número inefable en concreto. Todo número que seamos capaces de mencionar es, inevitablemente, definible. Hemos probado así la existencia de un conjunto infinito de números de los cuales somos (y seremos por siempre) incapaces de señalar ni siquiera un ejemplo.

Pero sí podemos probar propiedades de estos números inefables. Por ejemplo la siguiente:

Propiedad: la suma de un número inefable más un número definible es un número inefable.

Demostración: Sea x un número inefable cualquiera y sea q un número definible cualquiera. Tenemos que probar que z = x + q es inefable.

Supongamos, por el absurdo, que z fuera definible. Entonces, dado que x = z - q, entonces x sería definible porque se lo podría definir como "Es el resultado de restar el número que cumple que (cópiese aquí la definición de z) menos el número que cumple que (cópiese aquí la definición de q)". Esto contradice la suposición de que x es inefable. Por lo tanto z también es inefable. Q.E.D.

Ahora bien, ¿qué queremos decir en una demostración cuando decimos "sea x un número inefable cualquiera"? ¿Qué quiere decir "cualquiera"?

Suele entenderse que el uso de la palabra "cualquiera" indica que lo que se está haciendo es un "razonamiento genérico", un razonamiento que puede repetirse en cada caso particular. Como si dijéramos "reemplace x por cualquier número inefable y verá que todo lo que se dice después es cierto".

Pero... ¿Cómo puede aceptarse en este caso una tal interpretación si es imposible (y será por siempre imposible) tomar ni siquiera un ejemplo particular? ¿Es válida la demostración de la propiedad? ¿Tiene sentido el concepto de número inefable, a pesar de que la Teoría de Conjuntos nos permite demostrar que existen infinitos de tales números? Preguntas que quedan planteadas para quien quiera reflexionar sobre ellas.

Nota: Como se acota en el primer comentario, en efecto las definiciones deben ser de longitud finita. En principio no me pareció necesario aclararlo, ya que se sobreentiende que las definiciones son textos escritos (y leídos) por humanos y todos los textos escritos (y leídos) por humanos tienen, inevitablemente, una longitud finita.

Nótese que "Es el número 0,333...", que tiene una longitud finita (ya que abarca exactamente 18 símbolos, sin contar el acento y los espacios) no es una definición, a menos que se aclare qué significan los puntos suspensivos.

Consejo práctico para no desesperarse, y de paso un mochahelado para regerar fuerzas :)

No es ningún secreto que todos tengamos "esos grises días" en los que todos nos sentimos como decía una muy querida amiga... "como servilleta mojada". Y bueno no siempre las cosas salen como uno cree que pueden salir y mucho menos como uno quisiera que fueran.

A veces las cosas nos parecen tan obvias que es imposible que la gente sea incapaz de verlas. Pero es así todos tenemos un par de ojos distintos... y por supuesto las prioridades que controlan el enfoque de esa mirada apuntan hacia otras cosas y sin duda se verán en el mismo punto en el que nos sentimos nosotros. Para los demás de igual manera todo es tan obvio que nadie es capaz de verlo. Así que esa interacción de individualidades es lo que nos hace sentir a veces frustrados y a raíz de la frustración viene la tristeza.

Pero ¿habrá algún rayo de luz? A veces parece que no lo hay. Pero yo creo que lo mejor que podemos hacer es buscar un punto de empatía, alguna semejanza, alguna meta común y apostar nuestros esfuerzos en esa área. En encontrar algo que nos una para seguir caminando, trabajando... Esto no siempre va a resultar... algunas veces hasta el punto de empatía o similitud es difícil de encontrar... entonces no queda otra cosa que "no hacer". Y no hacer no significa rendirse, significa esperar con paciencia el momento oportuno porque llegará en su debido momento en su debida medida.

Como decía el Padre Pío: "Para cualquier problema, orar, esperar y no angustiarse"

En lo que eso pasa nos halamos los pelos y lloramos bastante así que... te invitamos a que compartas esta receta con alguien que tenga un problema... y que trates de ayudar a conseguirle con paciencia una solución en conjunto con esa persona. Como decía mi abuela "se empieza por los nudos flojos para que se desaten los fuertes". En lo que ese gran problema se ablanda puedes ir trabajando para mejorar otras áreas. Sentirás satisfacción de ayudar y mucha de esa frustración conseguirá un espacio de desahogo.

¿Qué necesitas?

Ingredientes
1 bola de helado de café por ración
crema de cacao
nueces
un pedazo de torta o bizcocho de vainilla u otro de su preferencia de sabor suave preferiblemente para que puedas sentir el sabor a café.
chocolate semidulce por ración

¿Las instrucciones? Si eres laico aquí. Si eres presbítero aquí.

¡Ven, visítanos!
Paulinas
787-765-4390 Calle Arzuaga 164
787-763-5441 San Francisco Plaza 201

Recomendaciones de la semana:


Autor: Gustavo E. Jamut
Cómo conservar la paz en medio de las dificultades.


Lleno de oraciones, meditaciones y consejos este libro es una herramienta vital en cualquier ámbito de la vida. En el trabajo, en el hogar, en la iglesia. Un libro sencillo de leer, tamaño bolsillo para que lo lleves donde haga falta.
Si quieres más información escríbenos: paulinaspr.vm@gmail.com o para por cualquiera de nuestras librerías para que lo examines sin compromiso alguno. Ten un lindo día :)


Celda 211


Todos sabemos que hay un día infausto en la vida de todo policía. El día de su jubilación. Después de una larga carrera haciendo la calle, al policía le meten cuatro tiros en las calles de Pittsburg (o de Los Ángeles, o de Móstoles) cuando ya se había comprado la caña de pescar y el sombrero a juego.


En el caso de este film de Daniel Monzón, el día infausto para un funcionario de prisiones se convierte en el primero al que acude a trabajar, en este caso un penal español, donde le arrean un golpe en la cabeza y cuando despierta se ve involucrado en un motín, de manera que se verá obligado a hacerse pasar por preso para salvar la vida.


La película esta tiene una trama tan fantástica que podría llegar a ser cierta en un país como España... Los continuos despropósitos de las autoridades, el compadreo con algunos presidiarios, la violencia con la que se emplea la policía contra los inocentes y los indefensos. La misma policía haciendo el ridículo luego cuando se espera que actúe con contundencia... Además las interpretaciones están muy logradas, tanto que la mayoría de los actores que hacen de presos tienen realmente pinta de merecerse estar allí. Malamadre, el Calzones, el Apache, Utrilla, Releches...



Espero que se lleve su justo premio en los Goya. ¿Habrá remake americano? Como comenta Pitxi, Tarantino podría hacer una maravilla con esta historia. Yo le recomendaría que presente mejor la figura de los secuestrados antes de cortarles las orejas. Siempre impresiona más la violencia cuando la ejercen contra alguien que conoces.


Se admiten propuestas para los actores de la versión USA.

¿De dónde ha salido esta imagen? (y 22)

Otro punto en juego. Se lo lleva el primero que comente el título de esta película.


Solución: como muy bien ha dicho Pitxi, se trata de Celda 211. Otro punto para Pitxi. Lo tenías muy fácil. Si quieres un reto de verdad no tienes más que avisar.

Argumento, crítica y corolario de Pauline en la playa


Una adolescente (Pauline) pasa unos días fuera de temporada junto con su prima (que está de muy buen ver) Marion en Normandía. Allí se toparán con varios personajes masculinos con los que hablarán sobre el amor y la pasión (talk about the passion, que dirían unos atenienses). Pierre, el tontainas perdedor, Henry, el entrañable follatabiques calvete propietario de un Renault 4, y Sylvain, el mozalbete espabilado. Todo esto teniendo como escenario la región de Normandía, la localidad de Granville, sus bellas playas y su decadente Casino-Discothéque.

Nada más comenzar la proyección de Pauline en la playa nos podemos dar cuenta de que no se trata de una película americana. En primer lugar, porque hablan continuamente en francés, y en segundo lugar por la forma de dirigir que tenía Eric Rohmer, que en muchas ocasiones, con la cámara fija en un sitio, deja a los personajes hablar y moverse, invitándonos a entrar en su universo. La película es de 1983, pero podía ser perfectamente de 1973 o de 1963, porque se centra en el diálogo y en las actuaciones con gran sencillez, despojando a la acción de artificios pirotécnicos suplerfuos.

Después de ver Pauline en la playa uno puede llegar a la conclusión de que las francesas son fáciles. Cuando hace años veía a las jóvenes francesas jugar al voleibol en la playa haciendo top-less pensaba en lo que le costaría a los mozalbetes parisinos ver ese espectáculo en su ciudad, durante los inviernos lluviosos, pero en Pauline en la playa las mujeres son conquista fácil de ligonzuelos de playa como Henry o Sylvain. Únicamente Pierre, el que tiene un concepto más serio del amor, se queda a dos velas. Quizá la deducción más acertada que se pueda realizar de este Proverbio de Eric Rohmer sea que cuando te tomas el amor muy en serio te cuesta ligar.