Kingdom Come (1996)




 Hola amigos, vamos a despedir este año con un regalo, acá les dejo en un link los 4 tomos y el epilogo de Kingdom Come, la novela grafica de DC escrita por Mark Waid y dibujada por Alex Ross, para muchos es una joya, se las dejo toda en un link con un archivo RAR que pesa 170 MB en MEGA y para que no la hagan de a pedo viene en PDF, CBR y JPEG, ya más no se puede...










Yobailopogo!
-que el próximo año sea uno de los mejores de sus vidas-

Si aparece en el cielo tu estrella la persigo en las noches eternas.


















Yobailopogo! 
-Te buscaba en cada mañana
pero nadie tenia tu cara.-

"Le queda poco tiempo"

El 23 de diciembre, el influyente semanario alemán Der Spiegel publicó un artículo de Walter Mayr, corresponsal en Italia sobre la actual crisis de la Iglesia, en el que habla de la creciente resistencia a las reformas del Papa Francisco. Pueden ver aquí el artículo original, y aquí una síntesis en inglés. A continuación, va una síntesis en español tomada del blog Catholicus:

En un círculo muy pequeño, se dice que Francisco ha hecho auto-crítica explicándose a sí mismo de la siguiente manera: "No hay que excluir que pase a la Historia como el que dividió a la Iglesia Católica"Mayr opina que el Papa, por no responder a las dubia, en el pecado lleva la penitencia, como diríamos en español, traduciéndose ésta en incomprensión y más aislamiento.
Por su parte, el Cardenal Walter Brandmüller, uno de los firmantes de las dubia, que no asistió a la Misa oficiada por el Papa en la capilla Paulina del Vaticano por su 80 cumpleaños debido a su delicado estado (tiene 87 años), en su apartamento junto a la basílica de San Pedro dijo a Mayr lo siguente: en la verdad "se trata de todo o nada" ["es geht um die Wurst"], por decirlo en términos coloquiales. Es decir, se trata del "núcleo de todo, de la enseñanza de la Doctrina".
Además, agrega Mayr, el Papa Francisco -junto con el cardenal Walter Kasper- desea "suavizar los preceptos centrales de la fe católica y dejar a los obispos y sacerdotes locales la tarea de interpretarlos para la vida cotidiana de la gente". Enfoque que, según Brandmüller, ataca la base misma de la Iglesia universal:
"Quien piense que el adulterio persistente y la recepción de la Santa Comunión son compatibles es un hereje y promueve el cisma". La Santa Escritura, de acuerdo con Brandmüller, no es un lugar donde todo el mundo pueda elegir lo que le gusta: "Somos, de acuerdo con la Apóstol San Pablo, administradores de los misterios de Dios, pero no poseedores del derecho de disponer de ellos" (o 'de rechazarlos').
En opinión de Mayr, "hay mucho en juego". Para él, "Francisco parece estar cada vez más aislado" y también "desgastado". Un confidente del papa le ha dicho a Mayr: "Muchos ya no reconocen en el Francisco del año 2016 al hombre que eligieron en 2013". El periodista también describe cómo el Año de la Misericordia "ha dejado todo abierto" y "no ha cubierto en absoluto las expectativas". La reforma curial tampoco avanza; y, "desde algunos dicasterios, ahora llegan informes del 'caos total'". Según Mayr, "la volubilidad de Francisco causa problemas adicionales"; sus comentarios sobre los medios de comunicación y su tendencia hacia la "coprofagia" han causado indignación incluso entre sus acérrimos seguidores.
Según Der Spiegel, Francisco "aún está luchando por su legado". Trabaja desde las 5 de la mañana. "No le queda mucho tiempo", dice Mayr. Pero el Papa Francisco todavía podría tener algunas sorpresas para nosotros. Y, a continuación, el artículo de Der Spiegel concluye con las palabras recientemente atribuidas a Francisco y citadas más arriba: "No hay que excluir que pase a la Historia como el que dividió a la Iglesia Católica".


La Navidad es triste


Daría la impresión que, en las últimas semanas, el Papa Francisco ha entrado en una suerte de vorágine que es fácilmente percibida hasta por los medios laicos. No se trata solamente de su desorientación acerca del modo de proceder con los cuatro cardenales dubitativos (que como bien señala Sandro Magister son solamente la punta del iceberg de muchísimos cardenales y obispos más) o de su precipitación en la toma de decisiones, como lo acaecido con la Soberana Orden de Malta a la que confundió con una orden religiosa más, sino en lo que dice. 
Dábamos cuenta ayer de la expresión blasfema que pronunció hace diez días, y me detengo hoy en un asombroso párrafo de su homilía de Nochebuena, en la que afirmó:
“El misterio de la Navidad, que es luz y alegría, interpela y golpea, porque es al mismo tiempo un misterio de esperanza y de tristeza. Lleva consigo un sabor de tristeza, porque el amor no ha sido acogido, la vida es descartada.”.
Más allá que vuelve una vez más a su insufrible latiguillo de “vida descartada” que tanto éxito le proporcionó en Buenos Aires, su pretensión de que la Navidad sea también un “misterio de tristeza” choca con la milenaria tradición de la Iglesia que siempre vio en el Nacimiento del Redentor el misterio más profundo del gozo y la alegría. Recuerdo aquí una de las homilías más bellas y universalmente celebradas del Papa San León Magno, doctor de la Iglesia:
“Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.
Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado a la vida. (...)”.
(San León Magno, Sermón 1 En la Natividad del Señor, 1.3: PL 54, 190-193)

Frente a esto, veo dos posibilidades:
1. Estupidez. El autor de un comentario del día de ayer decía que “Francisco ha dado sobradas y manifiestas muestras de la imbecillitas de su intelecto especulativo”. Objeto, sin embargo, que un Papa no puede desconocer, por más imbecillitas mentis que sufra (aclaro que uso el término imbecillitas en su sentido latino, es decir, como debilidad de la mente), un elemento tan importante y anualmente repetido como es el gozo navideño en su sentido teológico más profundo. Esta ignorancia, si existiera, lo haría inhábil para la función que ejerce. 
Por otra parte, podríamos “perdonarle” una, dos o hasta tres imbecilidades, pero no podemos estar buscando todas las semanas, como hace el comentarista al que recién aludí, los razonamientos más esforzados para salvar su ortodoxia y salud de juicio.
2. Maldad. El Papa Francisco nos estaría predicando otro evangelio, diverso al que nos predicó Nuestro Señor y fue conservado y transmitido por la Tradición de la Iglesia a través de sus Santos Padres y Doctores.
Soy consciente de que esta posibilidad que planteo es dura y grave. Pero detengámonos por un momento a analizar tan solo las palabras pronunciadas en el discurso al personal del Hospital Niño Jesús que publicamos en el post anterior, y las de esta misma entrada. Si uno tiene la paciencia necesaria para escuchar ambas peroratas, salta enseguida un característica común -y que es común a todos sus discursos y escritos-: el rechazo y la negación de la trascendencia de nuestra Fe y la presentación de las verdades del Evangelio desde una perspectiva meramente humana e inmanente
Mecha los nombres de Dios y de Cristo a lo largo de todo el discurso, pero no estoy seguro que aluda al Dios cristiano. Es, más bien, un Dios que se resuelve en la inmanencia del devenir humano, y es por eso que “Jesús no hace un discurso teórico, sino que nos ha mostrado el modo de dar sentido a estas experiencias humanas” -como dijo en el primer caso, afirmación extremadamente grave-, y es por eso también que la Navidad es triste porque María y José no fueron recibidos en ningún albergue. 
Nadie dijo que los Falsos Profetas anunciados fueran a predicarnos desembozadamente una fe diametralmente opuesta a la nuestra; lo previsible por parte de los hijos de las tinieblas, que son más astutos que los hijos de la luz, es que su prédica utilice expresiones y palabras que suenan familiares a los oídos católicos pero que poseen un significado totalmente distinto. 

¿Será ese el caso del Papa Bergoglio?

Blasfemia


 “Dio è ingiusto? Sì, è stato ingiusto con suo figlio, l’ha mandato in croce".
"¿Dios es injusto? Sí, fue injusto con su Hijo cuando lo mandó a la cruz".

¿No habrá sido una expresión retórica?
Es lo primero que pensé, pero no: fue una expresión asertiva. Pueden ver aquí el video y escuchar ustedes mismos a partir del minuto 29:27 la blasfemia. 
¿No estaremos exagerando? ¿Qué es, en definitiva, la blasfemia? 
Se entiende por blasfemia la «ofensa verbal contra la majestad divina», y el canon 1369 prevé un castigo para quienes lo comenten. 
Pero aparece aquí una curiosidad. Lorenzo Arrazola, un destaco intelectual y político español del siglo XIX, escribió un voluminoso libro titulado Enciclopedia española de derecho y administración en el que trata en detalle el tema de la blasfemia, tal como pueden ver aquí.
Y concluye allí con los tipos de blasfemias. Pues bien, los ejemplos que brinda para ilustrar el tipo más grave de este insulto a la Majestad Divina son exactamente las mismas palabras proferidas por los labios pontificios: “La blasfemia, por tanto, tiene lugar: 1º. Negando á Dios lo que le es esencial, como, Dios no es justo; 2º. Atribuyéndole ofensivamente lo que repugna a su esencia y atributos, como, Dios es injusto; [...]”. Para la Iglesia, entonces, las palabras que profirió Bergoglio son, indudablemente, una blasfemia.
Llamo la atención de los lectores de que no estamos tratando una novela apocalíptica de Hugo Wast. Estamos en la más pura realidad: estamos frente a un Papa blasfemo.

Otra curiosidad: La pintura que ilustra este post corresponde a Estudio de Inocencio X. de Francis Bacon, pintado en 1953.
Acercando la imagen, puede descubrirse el siguiente rostro. ¿A quién se parece?






llega diciembre es triste y real...




















Yobailopogo! 
-Je ne sais pas-

Feliz Navidad

Pietro Cavallini, Natividad de Cristo, 1296-1300. Mosaico


Puer natus est nobis, et filius datus est nobis

Maranatha

Federico Barocci, La Navidad, 1597. Museo del Prado

Señor de misericordia
marca tu sello en mi frente
por el ángel divisorio
que remonta del Oriente.

Quiero esa túnica blanca
del amor incandescente,
de la Palabra vivida
entre el rumor de la gente.

Blanquear mi carne pesada
en el Cordero Viviente
cuando me hieran las horas
del testimonio valiente.

Llegue Tu aliento de gracia
cuando parezcas ausente;
todo el cielo desplomado
sobre el peñasco creyente.

Se regocije la espera
de Tu venida inminente;
voz martirial que retumba
en la promesa creciente.

Y librándonos del fuego
del altar, incienso ardiente,
nos edifiques moradas
junto al Trono refulgente.

Palmas de triunfo mis manos
callosas, pobre sirviente,
garganta roja y vencida
sobre el brocal de la Fuente.

Los ayes de tres trompetas
resonarán felizmente
y del seno del ocaso
nacerá Tu cruz rompiente.

¡No tarde más Tu venganza
de la tierra indiferente,
Señor del honor invicto,
Sol de justicia naciente!

El poeta

Cuestión de caballeros

Fra' Mathew Festing, Príncipe Soberano y Gran Maestre de la Orden de Malta

La Orden de Malta emitió hoy el siguiente comunicado luego del anuncio que la Santa Sede (es decir, Bergoglio) había nombrado una comisión encargada de investigarla:

El Gran Magisterio de la Soberana Orden de Malta, ha tomado nota de la decisión de la Santa Sede de nombre a un grupo de cinco personas a fin de investigar la decisión de apartar de su cargo al Gran Canciller. 
La decisión de apartar del cargo y reemplazar al antiguo Gran Canciller es un acto de la administración del gobierno interno de la Soberana Orden de Malta y por tanto pertenece exclusivamente a su competencia. [...]
El Gran Maestre clarificó la situación respetuosamente en una carta enviada ayer al Sumo Pontífice, destacando las razones por las cuales la decisión de la Secretaría de Estado (de la Santa Sede) son inaceptables.
[...]

Conclusiones:
1. La movilización de los ejércitos continúa. Aquí va la respuesta del cardenal Burke, experto canonista, a los ataques pontificios.
2. A Bergoglio, por primera vez en su pontificado, le están parando el carro. Debe estar furioso.
3. Para tomar nota: los caballeros de la Orden de Malta son, en su gran mayoría, laicos que a lo sumo hacen voto de obediencia al Gran Maestre. Una minoría son, a los efectos canónicos, religiosos consagrados con los tres votos tradicionales, pero que continúan haciendo su vida laical. Es decir, el freno a la prepotencia de Bergoglio viene de parte de los laicos, y no de parte de los obispos, caracterizados una vez más por su cobardía.   

Sigues haciendote daño, buscando lo que no existe, te pierdes no te resistas.

















Yobailopogo! 
-Te pones la ropa en silencio
me dices que no puedes quedarte.
Mientras te mueres por dentro
Y te engañas.-

Cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras


Hoy sucedieron dos hechos, a mi entender, sumamente graves y que muestran, por un lado el malestar y la bronca del Santo Padre con los cuatro cardenales de las dubia y, por otro, hasta donde está dispuesto a llegar en esta guerra que, me parece, está ya muy cercana y es muy real, y que traerá consecuencias para la Iglesia.
En primer lugar, el Papa dirigió a los miembros de la Curia Romana un discurso en la Sala Clementina. Uno de los párrafos pronunciados dice lo siguiente:
“En este camino [se refiere al camino de la “reforma” emprendido en su pontificado] es normal, incluso saludable, encontrar dificultades que, en el caso de la reforma, se podrían presentar según diferentes tipologías de resistencia: las resistencias abiertas, que a menudo provienen de la buena voluntad y del diálogo sincero; las resistencias ocultas, que surgen de los corazones amedrentados o petrificados que se alimentan de las palabras vacías del gatopardismo espiritual de quien de palabra está decidido al cambio, pero desea que todo permanezca como antes; también están las resistencias maliciosas, que germinan en mentes deformadas y se producen cuando el demonio inspira malas intenciones (a menudo disfrazadas de corderos). Este último tipo de resistencia se esconde detrás de las palabras justificadoras y, en muchos casos, acusatorias, refugiándose en las tradiciones, en las apariencias, en la formalidad, en lo conocido, o en su deseo de llevar todo al terreno personal, sin distinguir entre el acto, el actor y la acción”. 
Ya había dicho en otra ocasión que quienes se oponen a sus reformas eran enfermos, o personas con traumas psicológicos no superados. En esta ocasión repite lo mismo (“mentes deformadas”) y añade algo que, para un católico, es mucho más grave: “están inspirados por el demonio”. Y para que nadie albergue dudas acerca de los destinatarios de estas palabras viperinas, los describe: son aquello que se refugian “en las tradiciones, en las apariencias, en la formalidad,...”, es decir, es el cardenal Burke y sus tres mosqueteros. 
En segundo lugar, hoy fue intervenida por la Santa Sede la Orden de Malta, cuyo patrono es el cardenal Burke. Hacía tiempo que la Orden tenía problemas con su Gran Canciller, el caballero alemán Albrecht Freiherr von Boeselager, de estrechas relaciones con el cardenal von Schönborn y toda la alta clerecía progre. Entre otras cosas, había autorizado a los voluntarios de la Orden que trabajan en África a distribuir preservativos entre la población de ese continente. No hay que ser ultracatólico para darse cuenta que se trataba de una acción que de ningún modo puede ser avalada por una institución que es parte de la Iglesia puesto que contraría sus principios morales. Es así que hace pocos días, el gran maestre de la Orden le pidió la renuncia al Gran Canciller, de acuerdo al reglamento que los rige, y según está detalladamente relatado en la página web. Al resistirse a renunciar, su soberano directo, es decir, el Gran Maestre, lo relevó de su cargo. Por supuesto, los purpurados y encumbrados amigos de von Boeselager se apresuraron a recurrir a Roma donde los oídos pontificios están siempre dispuestos a oírlos. Los medios de comunicación alemanes plantearon la cuestión muy claramente: ¿quién ganaría en el conflicto? ¿Los horrendos conservadores capitaneados por fra’Mathew Festig, el Soberano de la Orden, y por el cardenal Burke, o el Papa Francisco, amigo de la apertura al mundo? La respuesta era obvia. Con una velocidad pocas veces vistas, hoy mismo la Santa Sede declaró una virtual intervención de la Orden de Malta 
Llama la atención esta celeridad y por un caso que es, a todas luces, menor. Es como si el superior general de los jesuitas o de los dominicos depusiera de su puesto a un miembro de su consejo. Por más berrinches que armara el fraile, nada iba a pasar y nadie le iba a hacer caso. Por algo hizo voto de obediencia. 
Llama la atención también que, frente a hechos infinitamente más graves -por ejemplo, los casos de abuso sexual perpetrados por sacerdotes de la congregación fundada por el P. Vicente Próvolo, y que se sucedieron durante décadas con conocimiento de sus superiores-, la Santa Sede no haya tomado una medida de este tipo. ¿Cuántos años tuvieron que pasar, a pesar de las numerosas denuncias realizadas, para que el Vaticano se decidiera a intervenir tímidamente en julio de este año al Instituto del Verbo Encarnado? Resulta evidente la maliciosa intencionalidad que hay detrás de lo sucedido con la Orden de Malta.
Infovaticana considera que se trata de una advertencia del Papa al cardenal Burke. Hay que reconocer que la figura de Burke dentro de la orden es, fundamentalmente, decorativa. El poder real en lo que se refiere a la parte clerical, lo tiene el prelado, y no el Cardenal Patrono. Sin embargo, este último cargo, Cardinalis Patronus, tiene la función de asegurar las relaciones de la Orden con la Santa Sede. Tal como se desprende de los comunicados que se habían emitido, la situación del Gran Canciller degradado se estaba tratando entre el Gran Magisterio de la Orden y la Sant Sede a través de quien es el canal natural de esta relación, el Patrono, es decir, el cardenal Burke. 
Con lo cual tenemos que, frente a los ojos del mundo, el Papa se ha jugado una vez más por las reformas y ha castigado a los endemoniados tradicionalistas, principalmente en la figura de su abanderado, el cardenal Burke. En lo concreto y real, Burke ha sido desconocido por el Vaticano en su función de patronus y, se le ha quitado cualquier autoridad que pudiera tener en la Orden. No sería raro que su próximo destino sea capellán del hospital regional de Malargüe.
No hay que ser conspiracionista ni tampoco muy sagaz para darse cuenta que estamos frente a rumores de guerra o, en lenguaje bélico, las divisiones de los ejércitos enemigos se están movilizando hacia las fronteras. Burke y los otros tres cardenales plantearon con sus dubia la cuestión de modo reservado en el mes de septiembre al Santo Padre. Frente a la falta de respuesta, procedieron al segundo movimiento: publicaron las dubia. Y como, en vez de respuestas, llegaron ataques y burlas por los paniaguados pontificios, lanzaron el ultimatum, según dimos cuenta ayer en este blog: “Si Francisco no responde, los cardenales procederán a realizar una corrección formal al Santo Padre el día de la cátedra de Pedro” (22 de febrero). 

El inolvidable Néstor Kirchner le diría a Bergoglio: “¿Qué te pasa Francisco? ¿Estás nerviosho?”. Ciertamente, el Papa debe estar muy nervioso y malhumorado. Hace poco días el sitio Life Site News comentaba el ambiente de temor y angustia que se vive desde hace un tiempo en la Curia vaticana. Bergoglio sabe que no puede hacer nada más que atacar con prepoteos y empujones -que es lo que está haciendo-, y con su malvada lengua, dando letra a toda la progresía a fin de desprestigiar a los cardenales fieles a la doctrina: son enfermos mentales y están inspirados por Satanás. Pero no puede hacer nada más porque la Verdad no está en él. Todos estos movimientos dan la impresión que son manotones de ahogados y no hacen más que mostrar su debilidad. 


Nota bene: La maldad de Bergoglio es inagotable. Al terminar el discurso en la Sala Clementina, el Papa regaló a los miembros de la Curia Romana el libro Actitudes para curar las enfermedades del alma, del P. Claudio Aquaviva, tercer general de la Compañía, y responsable directo de lo que hoy llamamos jesuitismo, que tanto daño ha hecho a la Iglesia y cuyo fruto más acabado es el actual Sumo Pontífice.