Peregrinatio ad Petri sedem



Como todos los años, desde el 27 al 30 de octubre tendrá lugar en Roma la peregrinación Populus Summorum Pontificum de la que ya hablamos en otra oportunidad a raíz de un vídeo que pueden ver nuevamente aquí. En esta ocasión, la peregrinación comenzará en Nurcia, lugar del nacimiento de San Benito, padre del monacato occidental y de toda Europa.
Y este año tiene también la particularidad de ser un Año Santo. Si bien el Santo Padre ha permitido que todas las diócesis o ciudades tengan su templo con una "puerta santa" atravesando la cual se puede ganar la indulgencia plenaria, a nadie escapa que no se trata más que de otra de las truchadas pontificias: Puerta Santa hay una sola, y es la de San Pedro. Siempre fue así hasta que llegó la primavera conciliar... y así nos fue. 
La peregrinación será presidida por Mons. Alexander Sample, arzobispo de Portland, y la misa en la basílica vaticana será predicada por Su Eminencia el cardenal William Levada.
Quienes puedan, es esta una buena oportunidad para peregrinar Roma, seguros de asistir a bellas y cuidadas celebraciones tradicionales.  Pueden encontrar mayor información visitando aquí la página de la organización de la peregrinación, o contactándose al mail cisp@mail.com






アニメ













Yobailopogo! 
-recomiendame un anime-

Epistola ad equum Suarem

No solamente desde este blog sino desde muchos medios de prensa, incluida la revista Criterio y con la firma del prestigioso Loris Zanatta, anunciamos que Bergoglio, entre otras cosas, es un papa populista para decir de un modo académico lo que sabemos: Bergoglio no es más que un puntero peronista de los arrabales porteños. Siempre se comportó del mismo modo, aún cuando era un joven provincial de la Compañía de Jesús y responsable, en cuanto tal, de la Universidad del Salvador, y encargó el gobierno y posterior liquidación de la misma a su camarilla de Guardia de Hierro encabezada por Francisco José Piñón. En esos años, estaba de moda ser de derecha.
Sin embargo, en las últimas décadas el poder pasa por el progresismo y la izquierda suave, y en ella se enroló Bergoglio. Y es por eso que apoyó descaradamente, para enojo de los argentinos, el gobierno peronista de Cristina Kirchner y se cansó de fotografiarse con uno de sus representantes más emblemáticos y decadentes: Guillermo Moreno. Pero no todo quedó allí. El Papa Francisco cultivó una especial amistad y relación con un sindicalista en particular: Omar “Caballo” Suárez, quien hoy ha sido detenido por extorsión y corrupción.
Suárez fue uno de los visitantes más asiduos de Santa Marta. Tenía allí entrada libre cuantas veces quería y se preciaba de su amistad con Bergoglio. Más aún, fundó en Argentina la radio “Papa Francisco”, cuya directora fue elegida personalmente por el mismísimo Papa. Se trata nada menos que de Alicia Barrios (foto), su amiga y confidente, la misma que suele filtrar los mails “privados” que recibe de Santa Marta, cuando la palomita quiere hacer saber su opinión sin embarrarse demasiado, y la misma que estuvo procesada por fraude al expedir títulos académicos truchos.
Esta vez los neocones y demás especies de negacionistas no podrán decir que el Papa fue usado en su buena fe. Francisco sabía perfectamente quién era el Caballo Suárez. Se lo habían advertido muchas veces, y de muchos modos. Por ejemplo, en mayo de 2014, Máximo Padilla le envió una carta en la que le suplicaba que tuviera cuidado, misiva que fue dada a publicidad por muchos medios, y que ciertamente fue desoída por el destinatario. Es que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista . Además, según se dice, el Caballo es hombre de ofrendas generosas que consiguen convencer fácilmente a los obispos argentinos. Y Bergoglio no se deja ganar en complicidad. A pesar de su anunciada depuración del Banco Vaticano, Omar Suárez sería titular de una cuenta en ese banco, según denunció hace un tiempo la periodista belgaespañola Teresa Dussart.
En fin, una vergüenza más para la Iglesia y un motivo más para suplicar que este pontificado acabe de una buena vez.

pensamientos que no caben en 140 caracteres y no verias el video si te pongo el el link con el que estoy redactando esto





 



Luces de neón y un invierno que nunca podré olvidar. Hoy es día 13, siempre creí que no hay buena o mala suerte, tampoco creo que uno hace su suerte, hay cosas que no dependen de uno, por más que "le eche ganas". Se escucha una voz entre el ruido rosa y la confusión. Por fin pude ver a La Habitación Roja, fue raro las canciones que eran para ti, ya no lo son, afortunadamente ya no dueles tanto. Fueron días de cristal, nadie los podrá tocar. Me los guardo para mí y nadie más. No hay más condición que la humana, que la que nos separó. No me imaginaba así a esta edad, no está padre la vida de adultos, nadie dijo que tenia que ser tan dificil, nadie te dice que será así, nadie te dice como le hizo, todos le vamos haciendo como podemos, algunas veces te salen otras no, hay que celebrar cuando sí y pensar que los malos ratos pronto pasaran. Y al despertar la resaca trajo dudas y algo más. Fueron días de cristal, nadie los podrá tocar. Me los guardo para mí y nadie más. Porque todavía hoy hay secuelas y dolor. Cuesta tanto superar la radiación. Ya no me acordaba de lo solo que uno puede llegar a sentirse, lo mucho que uno extraña una voz, una sonrisa, un abrazo. Fuiste lo mejor de todo lo malo que nos sucedió. Pero lo peor fue en los que nos convertimos y el rencor. Fueron días de cristal, nadie los podrá tocar. Espero que estes bien, perdon por no estar ahi, por dejarte un poco de lado, creeme aqui estoy, igual que el primer dia, seguimos avanzando, caminando, quien sabe a donde, pero no nos rendimos Me los guardo para mí y nadie más. Porque todavía hoy hay secuelas y dolor. Cuesta tanto superar la radiación. Tuvimos que abandonar y dejarlo todo atrás. Alejarnos de la zona de exclusión. Fueron días de cristal, nadie los podrá tocar. Ya no quiero tener pesadillas, ni insomnio, quiero dormir o en su caso quiero despertar cuando ya todo este mejor. Cuesta tanto superar la adicción.




Yobailopogo!
-no le des me gusta ni repost ni nada-

¡Ayúdenme!



“¡Ayúdenme!” Ese ha sido el grito entre tierno y desesperado que nos ha lanzado el Santo Padre en su vídeo de lo que hasta hace algunos años eran “las intenciones mensuales del Papa para el Apostolado de la Oración”, y por las cuales rezaba yo diariamente al comenzar las clases en mis años de colegio. Ahora, con el avances de las técnicas de comunicación, estas intenciones se dramatizan con actores y ya no es necesario leerlas en las hojitas de papel que nos distribuían mensualmente los buenos hermanos maristas. 
“¡Ayúdenme!” ¿Quién podrá negarse al pedido casi desgarrador de esa voz tierna y paternal, como un arrullo de torcaza, del bondadoso ancianito que carga sobre sus hombros el peso de conducir la Iglesia de Cristo? Malos e infieles hijos serán todos aquellos que se nieguen a colaborar con la súplica pontificia. 
“Santo Padre, lo ayudaremos. Aquí estamos. Díganos qué hay que hacer”.
Y esa misma voz arrulladora nos dice: “Ayúdenme a construir una sociedad que ponga al centro la persona humana”. 
“Jamás, Santo Padre, jamás. Jamás lo ayudaremos a conseguir ese ideal inmanente; jamás contribuiremos a que el centro de la sociedad deje de ser Nuestro Señor Jesucristo y pase a ser el hombre. Si así lo hiciéramos, estaríamos traicionando nuestra fe. 
Usted nos pide que lo sigamos en la falsificación del Evangelio que está proponiendo a la Iglesia y al mundo desde que asumió el pontificado. En sus vídeos mensuales, usted ya no pide que recemos; usted no habla ni en una sola ocasión de Dios; usted describe la crisis del mundo contemporáneo como "financiera, ecológica, moral y humana", pero se olvida decir lo que debe decir en virtud de su munus: que se trata de una crisis de fe porque el mundo perdió la visión sobrenatural. Y, en vez de pedirnos que recemos y lo ayudemos a colocar nuevamente a Cristo como Señor de las naciones y de la historia, nos pide que pongamos en ese lugar al hombre. Yo hubiese esperado, Santo Padre, que ese pedido me lo hiciera Juliano Felsenburg, y me hubiese tranquilizado, porque ese era el signo anunciado del Hijo de la Perdición.
Sus palabras, Santidad, me recuerdan al blasfemo Gustavo Cordera, que en la misma canción en la que afirma que él es su propio Dios y su propia religión, también dice “estoy enfermo de Humanidad, bebiendo luz en la oscuridad”. Usted, Santo Padre, también está enfermo de humanidad, y usted quiere hacer beber a la humanidad la luz de la oscuridad; la luz con la que ilumina el Señor Oscuro.
Su desvergüenza, Santidad, llega al punto de presentar como paradigma de sociedad a la que aspira -es decir, a la que pone en su centro a la persona humana- a una cadena de montaje, en la que los obreros realizan tareas rutinarias y automatizadas, durante todo el día, todos los días de su vida. Hasta Charles Chaplin entendió, en Tiempos modernos, que eso era el paradigma de la deshumanización de la sociedad humana, y de la  conversión del hombre en máquina. 
Es que esa es su utopía, Santo Padre: un vasto mundo de proletarios, regenteados por un Estado socialista, en alianza con curas ocupados de la “problemática humana”, en donde Cristo, el Dios crucificado, y su verdadero culto, no sean más que adornos retóricos y rémoras útiles de un pasado superado.
Pero le recuerdo Santidad, que eso no es una utopía; eso es una profecía. Es eso justamente lo que relatan las antiguas canciones y los Oráculos divinos. Es ese, su sueño, el que fue profetizado en el último libro de la Revelación. Usted, queriéndolo o no, se está revistiendo con el manto del profeta de la perdición. 

Serás siempre mi amigo... CXR















Yobailopogo! 
-Tendrás deseos de reír conmigo-

Criterios para el sacrilegio

La cosa, efectivamente, salió como Bergoglio deseaba: ubicar, a partir de la publicación de los adulterinos Amores de Leticia, la comunión de los recasados en una nebulosa en la que cada cual hiciera lo que le pareciera, y que lo que le pareciera fuera siempre admitir a la Sagrada Eucaristía a los viven en adulterio. Así de sencillo.
Los neocones de siempre -Opus Dei y Fasta fundamentalmente- se me echaron encima: “Jamás el Papa, custodio de las enseñanzas del Evangelio, tendría semejante intención. Esa es la interpretación que hace el periodismo malvado”. Pues bien, alguno meses después, ha llegado la respuesta oficial. 
Los obispos que integran la región pastoral Buenos Aires -integrada por la arquidiócesis porteña y diez diócesis del Gran Buenos Aires- han redactado hace pocos días un documento estrictamente confidencial titulado “Criterios para la aplicación del cap. VIII de Amoris laetitia”. Se tiene por cierto que el texto fue escrito por la cabeza pensante del episcopado argentino, es decir, Mons. Tucho Fernández, il coccolato (chupamedias) del Santo Padre. 
Los prelados han insistido en que esta comunicación está dirigida exclusivamente al clero, por lo que han rogado a los curas no difundirla públicamente.
“Un acto de prudencia”, dirá seguramente un neocon. En realidad, muchos de los sacerdotes de la región consideran que el secreto que piden es el propio de un acto vergonzante. Es decir, les da vergüenza hacer lo que están haciendo. Es por ello necesario hacer exactamente lo contrario a a lo que pretenden, a fin de  desenmascararlos. 
En síntesis, el documento de dos carillas, luego de los remilgos y enjuagues retóricos consabidos, instruye a los sacerdotes a admitir al sacramento de la Eucaristía a cierta clase de adúlteros y a integrarlos a la comunidad eclesial. En buen romance, exige al clero el sacrilegio y el escándalo, eso sí, luego de una etapa de discernimiento y acogida.
“Esa es la interpretación de algunos obispos, pero no es lo que quiere el Papa”, dice el mismo neocon. Pues no. Resulta que estos obispos metropolitanos y granbonaerenses, enviaron a Bergoglio, cual manzana de alumno aplicado, el texto antes de ser distribuido entre los párrocos. Y de allí vino presta una nota del mismísimo Papa -de ese que no tiene tiempo para escribir a las carmelitas de Nogoyá-, fechada el lunes de esta semana, en la que les asegura que “ese es el sentido del capítulo VIII de Amoris Letitiae. No hay otra interpretación”
“¿Y quién le ha dicho que eso es verdad?”, salta el neocon. Para que conste, podrán bajar aquí y aquí los documentos que prueban la traición de los obispos al Evangelio y a la enseñanza milenaria de la Iglesia sobre el matrimonio y el adulterio.
Un dato reciente permite cierta esperanza. Hoy, jueves 8 de septiembre, festividad de la Natividad de Nuestra Señora, tuvo lugar en horas de la mañana una reunión del clero de la Arquidiócesis de Buenos Aires, en la que se trató el tema.  De ella rescatamos que: 
a. Algunos curas vertieron críticas claras al documento pontificio y al vademecum episcopal, las que que no fueron rechazadas por la autoridad eclesiástica; por el contrario, varios sacerdotes manifestaron durante el recreo su adhesión a ellas.
b. Expuso sobre el tema Mons. Víctor Pinto -canonista- y el cardenal Mario Poli. Uno y otro se expresaron en términos bastante ortodoxos y ortoprácticos, aclarando que la eucaristía sólo podrían recibirla aquellos divorciados rejuntados, que convivieran como hermanos guardando la castidad. 
c. En cambio, el obispo auxiliar, Mons. Alejandro Giorgi (foto), dijo una sarta de estupideces, lo cual resulta en él ya una costumbre. 
d. Los Criterios elaborados en la región eclesiástica de Buenos Aires habrían de sufrir, por iniciativa del cardenal arzobispo, un cambio de redacción -de alcance impreciso aún- antes de ser enviados oficialmente. En principio, se trataría de limar las partes más ríspidas de lo elaborado por Tucho. Habrá que ver si el il Coccolato lo permite.